El mundo laboral no para de evolucionar, lo comentábamos el otro día en una de nuestras publicaciones. Las nuevas tecnologías, la globalización, los cambios sociales,… están dando lugar a nuevas formas de trabajo, como el smartworking. Pero, ¿en qué consiste?
Según la aplicación Sesame, el smartworking es una forma inteligente de trabajar con la que obtener una mayor rentabilidad. Por su parte, Adecco lo define como el uso de «las TIC para gestionar de forma inteligente el trabajo, de tal forma que se pueda obtener una mayor rentabilidad».
Las bases del smartworking son el teletrabajo, la movilidad, la flexibilidad horaria y la comunicación permanente, algo muy ventajoso para los defensores de esta nueva forma de trabajo. Pero no todo son ventajas.
Según Adecco, el smartworking conlleva también una serie de dificultades, como una mayor cantidad de distracciones, la imposibilidad de interactuar con los compañeros de trabajo, problemas para asimilar la cultura corporativa y obstáculos a la hora de conciliar la vida privada con la laboral. Por todos estos motivos, muchos trabajadores aseguran que lo rechazarían si su empresa se lo ofreciera.
Para evitarlo, los profesionales de RRHH recomiendan introducir el smartworking dentro de la oficina y no incorporarlo al hogar, así los empleados estarán más satisfechos, serán más productivos y las compañías conseguirán mejorar su reputación empresarial.
Teniendo en cuenta todo esto, podemos concluir que el smartworking no es la forma de trabajo del futuro, sino del presente. Muchas empresas ya han incorporado algunas de las características del trabajo inteligente con muy buenos resultados, y las que no, saben que tarde o temprano tendrán que hacerlo para atraer y retener el talento dentro de sus filas.
Rubén Gómez-Rico
Coordinador de contenidos del Foro de los Recursos Humanos