La pandemia de COVID-19 puso en evidencia las necesidades de evolución que tenía el trabajo en España, con el foco puesto en la digitalización y en la posibilidad de realizar la jornada laboral a distancia en una sociedad que, desgraciadamente, tuvo que afrontar duros y continuos cambios, en cortos periodos de tiempo y en todos los aspectos posibles. 4 años atrás nos preguntábamos si el virus desaparecería en algún momento, pero con 2024 recién inaugurado y con la pandemia erradicada, vemos cómo el teletrabajo, con respecto al cual surgían múltiples opiniones, ha llegado para quedarse.
Sin duda alguna, estamos ante un modelo laboral que, durante la pandemia, aseguró la actividad económica de multitud de sectores y contuvo la expansión de contagios. Siguiendo la línea temporal, con el fin de las restricciones y los sucesivos confinamientos, muchas compañías apostaron por la continuidad de esta nueva forma productiva. Finalmente, hoy por hoy sigue siendo una opción real para muchos profesionales, trabajando desde cualquier lugar del mundo sin menoscabar su rendimiento: los llamados nómadas digitales.
Los números uno
El Digital Nomad Index de Visaguide ha elaborado recientemente un estudio para evaluar y clasificar a los países que mejor adecúan su entorno a las características y profesionales del teletrabajo. Algunos de los pilares fundamentales en base a los cuales se ha elaborado este ranking son: la disponibilidad de una Visa Activa, la velocidad local de internet, las políticas tributarias y duraciones libres de impuestos en cada Estado, los requisitos de ingresos para solicitudes de Visa, u otras variables como el coste de la vida, la puntuación de salud global o la popularidad turística. En definitiva, factores técnicos y sociales, pero todos cruciales a la hora de compaginar la movilidad geográfica con el trabajo.
España, con 4.5 puntos, se coloca en lo más alto de la tabla, muy destacada con respecto a los 3.72 que obtuvo la segunda clasificada, Argentina, en un TOP5 que cierran Rumanía, los Emiratos Árabes y Croacia, en este orden.
En este escenario, lo que inicialmente fue una respuesta de emergencia se ha convertido en una tendencia sostenida. España ha logrado posicionarse como líder en teletrabajo, con un crecimiento constante en la adopción de esta modalidad laboral. Empresas de diversos sectores han reconocido los beneficios, tanto para los empleadores como para los trabajadores, lo que ha llevado a la consolidación de políticas y estructuras que respaldan el trabajo remoto.
La Visa Nómada como la clave del éxito
La regulación del teletrabajo en nuestro país recae sobre la ‘Ley Startups’; en vigor desde enero del pasado ejercicio. Ésta permite la residencia temporal en España de unos nómadas digitales que llevan sus proyectos a cabo y trabajan de forma remota en un país ajeno al suyo.
Unos países que, en aras de atraer talento, profesionales y trabajadores remotos de otros puntos del planeta, ya han implementado la visa nómada, también conocida como «visa para trabajadores remotos» o «visa digital». La idea, tras los visados en cuestión, es aprovechar la tendencia ascendente del trabajo a distancia y atraer empleados con habilidades específicas de cara a impulsar la economía local. Hablamos de una serie de titulares de visas que -generalmente- no están vinculados a empleadores locales y pueden mantener su empleo o actividad empresarial en el extranjero.
Para atraer, hay que gustar y resultar atractivo para los trabajadores. España gusta, y mucho. Por ende, ofrecer condiciones llamativas, como exenciones fiscales, un fácil acceso a servicios públicos y una variedad de comodidades para encandilar a estos «nómadas del siglo XXI», resulta diferencial con respecto al resto de competidores.
Desafíos y oportunidades
A pesar de los éxitos, el teletrabajo en España no está exento de desafíos, pues la gestión del equilibrio entre la vida laboral y personal, la necesidad de una mayor regulación y la adaptación continua de las empresas son aspectos que demandan atención. Sin embargo, estos retos también ofrecen oportunidades para el crecimiento y la innovación en el ámbito laboral.
Por otro lado, a medida que España consolida su posición como líder en teletrabajo, se vislumbra un futuro donde esta modalidad laboral seguirá evolucionando. La combinación de flexibilidad, tecnología avanzada y una mentalidad cambiante hacia el trabajo a distancia, establece las bases para un modelo laboral más dinámico y adaptable.
A fin de cuentas, España ha superado las expectativas en la implementación del teletrabajo, y su éxito no solo destaca la capacidad de adaptación del país ante circunstancias desafiantes, sino que también establece un estándar para otras naciones que buscan transformar sus modelos laborales en la era postpandémica.
Gloria Martínez
Directora de Marketing de PayFit España