En 1943 el gran político inglés Winston Churchill afirmaba, mientras se ponían las primeras piedras de reconstrucción del Parlamento Inglés, que «nosotros damos forma a nuestros edificios y éstos nos darán forma a nosotros«.
Los seres humanos damos forma al mundo que nos rodea, a nuestras escuelas, nuestras casas, nuestros edificios de trabajo.
Además en muchas ocasiones incluso lo hacemos con la naturaleza que nos rodea.
Somos capaces de modificar el ecosistema y cambiamos de forma radical los lugares donde habitamos y donde desarrollamos nuestras actividades.
Además, al mismo tiempo, sin darnos cuenta, también nos transformamos a nosotros mismos.
Esta frase de Churchill sirvió de punto de partida para una especialidad que liga la psicología con la arquitectura.
Como consecuencia analiza la relación que existe entre la cultura, el comportamiento y la percepción sensorial de lo construido.
Cómo vemos y cómo sentimos nuestros edificios y todo lo que les rodea, investiga los diferentes espacios, la luz, los colores y cómo afectan al uso y la forma de interactuar en ellos.
Ocupar, vivir o trabajar en un edificio dice mucho sobre nosotros mismos.
De hecho muestra el grado de importancia que damos a lo que hacemos.
Algunos años atrás, utilizábamos más los salones, las salas de música, el cuarto de coser… hoy son los salones de juego, los de TV, los baños y las cocinas.
Nuestra vida ha cambiado de forma radical, y nuestros intereses lo hacen al mismo tiempo que los edificios que construimos y los lugares donde trabajamos y vivimos.
En las ciudades hacemos un uso de las plazas, calles o parques de forma muy diferente a nuestros padres.
Los puntos de encuentro han cambiado, los jóvenes visitan otros lugares e incluso nuestros edificios de trabajo son más acordes a nuestros intereses.
Los centros comerciales son un claro ejemplo: caminar sin sufrir el tiempo, reunirte con un proveedor o un cliente o divertirte con los amigos.
Churchill consiguió reconstruir la arquitectura y el urbanismo de la Cámara de los Comunes.
Sin embargo las actividades no volvieron a ser las mismas, simplemente porque las personas son diferentes, no piensan igual y no perciben el mundo de igual forma.
El gran reto es crear espacios y edificios que no pierdan relevancia y que tengan la capacidad de adaptarse a los usos y expectativas de las personas.
Muchos edificios cambian de uso y es garantía importante para que no se deterioren o pierdan relevancia.
Quienes nos dedicamos a los recursos humanos buscamos esa ergonomía y engagement entre nuestros edificios y las personas que en ellos trabajan que, finalmente, son los importantes.
CMO- Marketing – Transformación Digital en AZC GLOBAL