Numerosos informes sobre el sector de los eSports auguran un crecimiento del 231% para el año 2019, con una facturación prevista de 1.072 millones de dólares. Este mercado, que en España está empezando a crecer (en octubre se creó la Asociación Empresarial eSports) es ya una realidad en países como Estados Unidos o Corea del Sur.
Desde una perspectiva jurídico-laboral, el reto de los eSports pasa por iniciar un reconocimiento de existencia de relación laboral entre los gamers y los clubes, dada la profesionalización de muchos de ellos, dejando de lado la existencia de gamers amateurs o aficionados. Desde sus inicios, las relaciones entre los mismos se han ido regulando como relaciones mercantiles con un contrato de prestación de servicios, pero si se analizan las situaciones de estos gamers, en la mayoría de ellas se darán los requisitos para considerar la existencia de una relación laboral, tales como voluntariedad, retribución, ajenidad, dependencia y prestación de servicios personalísima.
¿Cuáles son los problemas que hay a la hora de establecer una relación laboral?
- Contratación de menores.
- Contratación de extranjeros y permisos de trabajo (modalidades y tiempos de expedición).
- Relaciones laborales encubiertas.
- Reconocimiento de enfermedades o lesiones.
- Contratos individuales o contratación en grupo, entre otros.
Desde el punto de vista laboral podemos concluir que en la actual situación, los gamers que practiquen dicha actividad contratados por un club y respecto de los que se deriven las condiciones de laboralidad mencionadas, deben ser reconocidos como trabajadores comunes al amparo del Estatuto de los Trabajadores, y con la correspondiente afiliación a la Seguridad Social en el régimen común.
Cabe preguntarse si debería configurarse como una relación laboral especial. Todo dependerá del desarrollo de la relación y de la evolución del sector. Existen voces que abogan por la consideración de los gamers como deportistas profesionales, y por tanto, con una inclusión en la regulación del Real Decreto 1006/1985 que los ampara. No obstante, en el panorama jurídico actual y sin que exista una consideración de los eSports como deporte por parte del Consejo Superior de Deportes, no sería posible tal aplicación. En esta tesitura podemos plantearnos la pregunta: ¿es conveniente la inclusión como deportistas profesionales o deberían tener una regulación propia?
Raquel de la Viña
Gerente Senior del Departamento de Derecho Laboral/Employment Law Senior Manager at BDO Spain