El motor de nuestra organizaciones son los empleados, las personas. Sin embargo su función y su desempeño en ocasiones está devaluado: su gran potencial nos ayudaría a obtener beneficios importantes.
En un mercado con tanta competencia como el actual, una imagen y una reputación de marca positiva ayuda a lograr el éxito empresarial.
La transmisión de estos valores deben realizarse desde dentro, apostando por todos los departamentos, sobretodo por recursos humanos, para emitir un mensaje común que cree valor para nuestros clientes.
En un primer momento el marketing empresarial estuvo centrado en la rentabilidad mediante procesos a corto plazo, enfocados a conseguir clientes mediante la promoción y la publicidad.
En esos tiempos la conexión y el contacto con los clientes era prácticamente nula. El objetivo era comprar y volver a comprar, no importando la calidad.
Sin embargo, esto ha cambiado, hoy la mayoría de las empresas abogan por una estrategia de creación de valor, para fidelizar y crear una relación a largo plazo, y aquí los empleados, las personas juegan un papel fundamental.
Trato personalizado, prestar servicios adecuados, identificar a los clientes más rentables, conocer sus necesidades y evolucionar sus productos son algunas de las preferencias que desarrollan hoy nuestras empresas.
El cliente se ha convertido en el rey y el marketing necesita la aportación de toda la organización. Recursos Humanos debe estar cualificado y ser proactivo, para lograr un trato directo con el cliente, que traiga beneficios a la empresa y a ellos mismos.
Los empleados, las personas pasan a una posición de privilegio al convertirse en skateholders, que generan confianza.
Ellos son los encargados de la retroalimentación y la interacción con el mercado: recopilan información, opiniones y sugerencias que logren la lealtad de los clientes.
Por lo tanto, las acciones de marketing internos dirigidas al personal de la organización pasan a ser un elemento fundamental para que los empleados, las personas colaboren de manera efectiva en la consecución de la misión de la compañía.
Compromiso y confianza son los ingredientes para conseguir una ventaja competitiva, y los empleados, las personas deben ser los transmisores de esta estrategia de interacción con los clientes.
CMO Foro Recursos Humanos de AZC Global