En las últimas semanas he compartido conversaciones de RRHH con distintos responsables en destacadas empresas donde la felicidad y la generación de emociones en las organizaciones ha estado en primer plano. Los directivos de RRHH diseñan para el año que viene espacios, contenidos y herramientas donde se provoque las mejores sensaciones para trabajar en una empresa. Y eso lo aporta la felicidad de disfrutar con lo que uno hace y desde donde uno lo hace.
Cuando las empresas se preocupan por la felicidad de sus trabajadores, la productividad de las empresas incrementa más de un 30% y, a la vez, también mejora la salud de los trabajadores en más de un 20%. Una persona comprometida con su trabajo puede llegar a tener más de 200% mejores resultados en su entorno laboral que una persona no comprometida.
Cada vez me toca moderar más eventos donde me encuentro con el director de la Felicidad y siempre le pregunto lo mismo: Cómo se es más feliz en una organización. Casi siempre me contestan utilizando variables de tiempo, pasión, espacios y flexibilidad.
Hace unos días Inspiring Beneficit me invitaba a lanzar unas reflexiones ante un destacado auditórium en referencia a la importancia de “la cultura corporativa desde la comunicación”. La felicidad, las emociones y cómo medirlo fueron cuestiones que salieron en varias ocasiones. Aspectos que nos llevaban en el debate al compromiso.
Es necesario ser feliz en nuestras organizaciones para “vivir el ADN” de la organización en profundidad y poder transmitir todo lo que uno lleva dentro hacia el cliente u otros públicos objetivos que influyen.
La comunicación interna diseñada podrá aportar sin duda alguna emoción por medio de instrumentos concretos pero la persona tiene que vibrar en todo momento. Esa sensación que se ve por dentro y por fuera es el mejor ejemplo para convencer y emocionar.
Francisco García Cabello
Fundador y Director del Foro de los Recursos Humanos de AZC GLOBAL