Si en 2022 preocupaba una renuncia masiva de profesionales –la denominada “Gran Renuncia”–, que nunca llegó a materializarse del todo, en 2023 esta tendencia ha pasado a ser la “Renuncia Silenciosa”, más conocida en inglés como “Quiet Quitting”. El término se refiere a abandonar el trabajo de forma silenciosa; hacer lo que se requiere sin depositar esperanzas en el progreso de carrera.
Christopher Dottie, Director General Regional de HAYS del Sur de Europa, señala que “es importante diferenciar estos fenómenos laborales que inquietan a las empresas y matizar que, por lo que respecta a España, puede resultar más problemático la Renuncia Silenciosa, debido al modelo legislativo de trabajo que prioriza la antigüedad por encima de la motivación o la productividad. Es decir, existe una tasa muy elevada de personas que no están motivadas con su trabajo, pero que no dan el paso de cambiar de empleo porque temen debilitar su situación contractual”.
El directivo destaca que “el ‘Quiet Quitting’ siempre ha existido en España, se podría decir que somos pioneros en esto. Aun así, no hemos visto un incremento de este fenómeno en 2023, pero sí lo han visto otros países menos acostumbrados a ello”.
Otro fenómeno derivado de esta presión es el “Loud Quitting”, cuando los profesionales muestran su insatisfacción de manera abierta. “Después de la pandemia, los empleados están tomando decisiones mucho más proactivas respecto a su carrera profesional y se sienten más empoderados que nunca a la hora de opinar sobre su situación laboral. Reflexionan y no aceptan el statu quo tan fácilmente”, explica Dottie.
“En el momento en el que no están contentos, no disfrutan de su trabajo y no están conformes con sus condiciones, vemos que el ‘Quiet Quitting’ se transforma en un ‘Loud Quitting’. Hoy en día, esta disconformidad se comenta de forma más abierta y directa con las empresas. Para ellas es un escenario complicado, pero también hay que tener en cuenta que provoca una comunicación más sincera y honesta con el empleado y que también puede llevar a una comunicación mucho más positiva”, añade.
Si en 2022 preocupaba una renuncia masiva de profesionales –la denominada “Gran Renuncia”–, que nunca llegó a materializarse del todo, en 2023 esta tendencia ha pasado a ser la “Renuncia Silenciosa”, más conocida en inglés como “Quiet Quitting”. El término se refiere a abandonar el trabajo de forma silenciosa; hacer lo que se requiere sin depositar esperanzas en el progreso de carrera.
Christopher Dottie, Director General Regional de HAYS del Sur de Europa, señala que “es importante diferenciar estos fenómenos laborales que inquietan a las empresas y matizar que, por lo que respecta a España, puede resultar más problemático la Renuncia Silenciosa, debido al modelo legislativo de trabajo que prioriza la antigüedad por encima de la motivación o la productividad. Es decir, existe una tasa muy elevada de personas que no están motivadas con su trabajo, pero que no dan el paso de cambiar de empleo porque temen debilitar su situación contractual”.
El directivo destaca que “el ‘Quiet Quitting’ siempre ha existido en España, se podría decir que somos pioneros en esto. Aun así, no hemos visto un incremento de este fenómeno en 2023, pero sí lo han visto otros países menos acostumbrados a ello”.
Otro fenómeno derivado de esta presión es el “Loud Quitting”, cuando los profesionales muestran su insatisfacción de manera abierta. “Después de la pandemia, los empleados están tomando decisiones mucho más proactivas respecto a su carrera profesional y se sienten más empoderados que nunca a la hora de opinar sobre su situación laboral. Reflexionan y no aceptan el statu quo tan fácilmente”, explica Dottie.
“En el momento en el que no están contentos, no disfrutan de su trabajo y no están conformes con sus condiciones, vemos que el ‘Quiet Quitting’ se transforma en un ‘Loud Quitting’. Hoy en día, esta disconformidad se comenta de forma más abierta y directa con las empresas. Para ellas es un escenario complicado, pero también hay que tener en cuenta que provoca una comunicación más sincera y honesta con el empleado y que también puede llevar a una comunicación mucho más positiva”, añade.