El secretario general de Empleo, Valeriano Gómez, ha decidido dejar la jefatura de la secretaria general de Empleo por «motivos personales», que fundamenta en la elevada tensión que ha soportado en los últimos meses para cerrar con acuerdo las principales asignaturas de su departamento, según confirmaron fuentes gubernamentales, informa Colpisa.
El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, ya ha sido informado de su marcha y estudia relevarle por Antonio González, ahora asesor suyo y durante muchos años miembro del gabinete técnico del sindicato UGT.
La decisión de Gómez estaba tomada, al menos, desde hace una semana y, en principio, no está relacionada con posibles discrepancias con el ministro, con las que ya se especuló en enero de 2005 cuando se dijo que el primero había presentado su dimisión. Fue el propio interesado quien negó entonces tal extremo, al tiempo que Caldera resaltaba en público que se trata de una persona «de excepcional valía» que cuenta con «toda mi confianza y la del presidente del Gobierno», e incluso vaticinaba que trabajaría junto a él «durante muchos años».
Aquella duda sobre la continuidad de este alto cargo en su secretaría general surgió en un momento muy delicado del diálogo social, y cuando todavía no hacía un año que el PSOE había llegado a La Moncloa. La cláusula de revisión del salario mínimo interprofesional, con revalorización automática y sobre inflación pasada, se encontraba en un callejón sin salida. Al final Gómez logró reconducir éste y otros asuntos pendientes, como la reforma laboral, aún a costa de un notable desgaste en su salud (pese a tener apenas 50 años) ante los sucesivos tira y afloja protagonizados por la patronal, los sindicatos y, en ocasiones, incluso miembros del propio Gobierno.