Breve análisis del cierre de la situación del empleo en España tras este complicado año 2.020 que acabamos de despedir y en el que inevitablemente la prioridad y la preocupación básica ha sido la crisis sanitaria, con una evidente preocupación por la economía y el empleo.
Desde los poderes públicos se han centrado en proteger a los “trabajadores” (no dejaremos a nadie atrás), con un Ministerio de Trabajo legislando en el último minuto, con acuerdo con los interlocutores sociales y con una redacción normativa que generaba (y sigue generando) muchas dudas e incertidumbres.
A diferencia de otros países de nuestro entorno que han realizado ayudas directas al tejido empresarial, aquí el mayor esfuerzo de las arcas públicas se ha destinado a subsidiar.
La Seguridad Social cierra el año 2.020 perdiendo 360.105 cotizantes… el verdadero número dramático de las cifras del paro presentadas el día anterior a los Reyes… cerrando así el ejercicio con poco más de 19 millones de afiliados… ¿quizás un dato no tan malo?
Un “annus horribilis” para el empleo y en el que, a día de hoy se mantienen todavía 755.613 personas protegidas por ERTE y preocupadas por “su” ERTE.
Se han perdido además 760.000 empleos desde que decretó el estado de alarma en el mes de marzo.
Por sectores, se pierden fundamentalmente empleos en Industria y Construcción y mejora en Agricultura…
Los datos de España, comparados con sus homólogos, una vez más, son terribles.
Duplicamos la tasa de paro de los países de la zona Euro. Si a eso le añadimos la situación de los jóvenes que es tremenda y la de los mayores de 45 años.
¿Qué podemos esperar para el año que empieza?
Desde la Administración parece que nos quieres transmitir que los problemas finalizan por tres razones:
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Se está vacunando ya a la población, y eso nos hace ver la luz al final del túnel
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Tenemos aprobados unos Presupuestos Generales del Estado “sociales”
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La ayuda europea va a ser el “maná”
Con una regulación de ERTEs que termina a final de enero y que, inevitablemente tendrán que prorrogarse.
Una más que probable cascada de quiebras de empresas a las que se les ha acabado el fuelle, con una gran falta de confianza y con una previsión del PIB que indica que a finales del 22 todavía estaremos en un nivel todavía inferior al previo a la pandemia, no podemos dejar de pensar que los datos para el 21 no serán halagüeños.
La previsión de la tasa de paro para el año 21 es un punto superior a la del ejercicio que acaba de terminar.
Independientemente de la resiliencia, de pensar que la digitalización y las palabras huecas van a terminar con nuestros problemas dada la situación del empleo en España deberíamos plantearnos:
1.- El apoyo al pequeño emprendedor, a ese que crea empleo a pequeña escala y que día a día lucha para pagar unas nóminas y cobrar un sueldo arriesgando su patrimonio.
2.- Convertir a España como un país atractivo para invertir.
Socio de Crheo Recursos Humanos