A medida que llevamos vidas más largas y saludables, la realidad para muchos profesionales es que necesitarán o, de hecho, querrán trabajar más tiempo que las generaciones anteriores. Sin embargo, a pesar de esto, la discriminación por edad en el trabajo continúa frenando a las personas y las empresas. ¿Cómo se puede abordar este hecho?
Según el Informe de Hays Helps, ‘Focusing on Employment Inequity: How We Can Help’, las personas mayores de 55 años tienen más probabilidades de estar desempleadas durante 12 meses o más que los profesionales más jóvenes.
El CEO de HAYS a nivel global, Alistair Cox, destaca que “la discriminación por edad en el trabajo ignora en gran medida los muchos atributos positivos que los profesionales de edad madura aportan a la fuerza laboral. El conocimiento, la experiencia y la lealtad son solo algunas de estas cualidades que las empresas se están perdiendo al seguir teniendo prejuicios contra los candidatos más mayores.”
Según el experto, el último informe publicado por la organización 55/Redefined sobre la discriminación por edad en el trabajo señala que el 68% de este segmento de la población siente que el mercado laboral está cerrado para ellos a partir de los 55 años. Además, el 24% se siente obligado a jubilarse antes por este motivo y el 33% asegura haber perdido interés en su trabajo debido a la falta de oportunidades de desarrollo.
“Estos datos revelan la importancia de educar a nuestros equipos con hechos y alejarnos de los clichés dañinos, que perjudican injustamente a la generación 50-70 actual en el lugar de trabajo. No debemos olvidar que seguramente en un futuro nosotros formaremos parte de esa franja de edad”, asegura Cox.
Frente a esta situación, ¿cómo se puede atraer y retener talento de más de 50 años? “Ofrecer nuevas oportunidades en el puesto; posibilidades de formación en una nueva área o industria y desarrollar nuevas habilidades; ofrecer flexibilidad o reconocer la necesidad de la inclusión de la edad son algunas de las alternativas que las compañías pueden plantearse a la hora de buscar y retener talento en mayores de 50 años”, explica el CEO global de HAYS.
Ahora, el desafío al que nos enfrentamos con el envejecimiento de la población es que debemos adaptarnos a una cultura de empleo basada en los jóvenes. “Ahora, la esperanza de vida de las personas es mucho más larga y cualitativa: hoy, los 50 años son solo el punto medio de la vida. Es una edad de oportunidades, donde se puede comenzar una nueva carrera, reinventarse y seguir avanzando en una nueva etapa que, a diferencia de antes, todavía se encuentra lejos de la jubilación”, añade Alistair Cox.
