Virginia Garrido Martín, Directora de People & Culture para IKEA España, ofrece una visión reveladora sobre cómo el propósito genuino puede impulsar la satisfacción de los empleados, la alineación empresarial y la conexión con la sociedad.
En un mundo donde las personas y las empresas buscan un sentido más profundo, el propósito emerge como un diferenciador clave. Más que una mera declaración, el propósito auténtico se erige como un faro que guía acciones, influye en decisiones y moldea la cultura organizacional. Por lo que no puede ser un simple eslogan; debe ser alcanzable, duradero y práctico.
En el caso de IKEA, Garrido expone que «el propósito es lo que verdaderamente da sentido a una empresa. Guía todas sus acciones y decisiones. Para que sea más que una frase, debe estar integrado en el negocio y dar respuesta a las necesidades e inquietudes. En IKEA siempre decimos que es bueno ser un buen negocio, porque propósito y beneficios van de la mano«.
Pero, ¿cuál es el verdadero propósito de Ikea?: «Crear un mejor día a día para la mayoría de las personas«. Así, explica que «Nos consideramos una marca humanista porque en nuestro propósito está la palabra ‘personas’, y eso te da una responsabilidad extra como marca y te empuja aún más a poner a las personas en el centro del negocio«.
La Directora de People & Culture de IKEA España está convencida de que la comunicación emerge como una pieza fundamental para compartir el propósito, ya que «no sólo es importante dialogar y tomar nota para responder a sus inquietudes. Si tuviéramos que elegir tres palabras que nos identifican serían: honestidad, humildad y optimismo«.
Entre las acciones comunicativas que desarrolla el gigante sueco están las dinámica de grupo con las que «empoderar a nuestros colaboradores y que puedan dirigir su propio desempeño, desarrollo y crecimiento dentro de la compañía«. Además, resalta la necesidad de tomar nota de la opinión de los demás, porque «cuando alguien se equivoca, el poder de la escucha es realmente útil y valioso para ayudar«.
A la hora de seleccionar al personal, Garrido tiene clara la importancia de escoger a candidatos que se alineen con los valores de la compañía: «Elegimos personas, no currículos, y reclutamos por valores. El conocimiento se puede adquirir, las skills se pueden entrenar, los valores son tu brújula interior. Queremos personas con los pies en la tierra, con unos valores de compromiso, honestidad, innovación, y que sientan pasión por crear una vida mejor para la sociedad«. «Nos encantan las personas valientes, emprendedoras, que prueban sin miedo al error«, sintetiza.
El propósito no es un ente abstracto. Es algo que se puede medir a través de determinadas estadísticas y que arroja unos resultados de cuyo análisis se pueden extraer diferentes puntos de mejora. En este caso esas acciones están vinculadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y más concretamente en la estrategia ‘People & Plante Positive‘, cuya implementación se registra anualmente en un ‘Informe de Sostenibilidad‘.
El enfoque en el propósito auténtico no sólo fortalece la marca y la posición competitiva de IKEA, sino que también atrae a un talento comprometido y apasionado. La capacidad de conjugar el propósito personal de los profesionales con el de la compañía se convierte en un catalizador para resultados excepcionales y satisfacción. La visión de Garrido y la filosofía de IKEA se entrelazan para crear un ejemplo inspirador de cómo el propósito genuino puede ser una fuerza transformadora en el mundo empresarial actual.