“No, tu mejor foto de Instagram no es la mejor opción para incluir en un CV”, advierten desde la Unidad de Desarrollo Profesional de ESIC Business & Marketing School. Y es que esta unidad de la escuela de negocios asegura haber visto
cuestiones a corregir en los CV que preparan sus estudiantes más jóvenes y que suelen ser “errores de becario”, bromean.
Con todo ello, Desarrollo Profesional de ESIC comparte en este artículo “el decálogo a no seguir” a la hora de preparar nuestro currículum para la búsqueda de las primeras oportunidades laborales de nuestra carrera profesional.
En primer lugar, “retomemos lo de la foto”, explican desde la escuela de negocios, que subraya que son muchos los CV que se encuentran en los que los jóvenes buscadores de empleo recortan una foto en la que iban ‘de tiros largos’ a una boda. “Da una imagen poco profesional, tanto en cuanto a la apariencia física, como en el hecho de no haberse tomado la molestia de buscar la opción idónea a la hora de confeccionar el documento”, aseguran desde la escuela.
“Y ni que decir tiene, si dirigimos nuestro CV al mercado laboral anglosajón”, advierten. Debemos saber que en estos casos “no se estila” el incluir fotografía. Para terminar con el tema de la foto, la escuela recomienda incluir una foto profesional, tanto en cuanto a la indumentaria que llevemos, como a la forma en que se toma la fotografía. “Sobre el tema del detalle”, pasan a abordar desde la escuela: “Muchas veces se pasan y otras ‘no llegan’”.
Según la Unidad de Desarrollo Profesional de ESIC, un error recurrente que advierten a sus estudiantes es que “no es necesario incluir datos ‘exhaustivos’ como DNI o la dirección completa de nuestro domicilio”. Ahí, los juniors suelen pecar por exceso. ¿Y dónde está el defecto? Generalmente, “en la aportación de mucha información superflua, que no detalla concisamente ni aporta nada”, explican, “sólo son palabras que aumentan la extensión del documento sin aportar información de interés”.
Asimismo, aseguran que no prestar atención al detalle, incluyendo erratas en el texto o con una maquetación descuidada del CV, “también es un error habitual que solemos corregirles habitualmente, pues genera una mala impresión entre los reclutadores”. “Un diseño limpio y ordenado es fundamental. El horror vacui o la información inconexa es un gran error”, recomiendan desde ESIC.
Para terminar, otro error que la Unidad de Desarrollo Profesional de la escuela corrige a sus estudiantes aspirantes a su primera experiencia profesional es lo que denominan “omisión e invención”. “No debemos omitir ni mentir”, sugieren. Por omisión, se refieren a ‘saltarnos’ una breve ‘tarjeta de presentación’, un par de párrafos a modo de breve resumen de nuestro perfil en el que expliquemos nuestro objetivo profesional, intereses y habilidades.
