La Asociación Centro de Dirección de RRHH ha organizado una jornada de formación centrada en el «Selfcoaching y el desarrollo directivo: el arte de autodirigirnos». Fernando Arieceta, conferenciante, consultor internacional, Past President de la Federación Interamericana de Asociaciones de Gestión Humana y socio para Latam del Grupo Saf, fue el encargado de dar esta clase en la EAE Business School.
Arieceta explicó que muchos directivos acumulan hábitos automatizados que pueden dificultar el crecimiento y el bienestar de las personas y equipos que se lidera. El Selfcoaching busca modificar esos hábitos para mejorar los recursos y habilidades personales y gerenciales de los ejecutivos. Gracias a esta técnica, los directivos podrán realizar una gestión productiva y desarrollar, al mismo tiempo, una excelente relación con sus colaboradores.
El Selfcoaching se basa en cinco etapas:
- Autoconocimiento. El ejecutivo tiene que definir cuáles son los estilos con los que se relaciona con sus colaboradores y comprobar si cuenta con los rasgos necesarios para liderar. «Es mirarse al espejo del alma».
- Autocrítica. El directivo analiza cada una de las acciones, indagando en cómo se actúa conforme se van desarrollando las circunstancias. Sus fortalezas y debilidades deben ser identificadas para reforzar aquellas cosas que le permitan desarrollar mejor las competencias. Gracias a esto, evitará cometer los errores en los cuales se basan las debilidades.
- Autoaprendizaje. Debe tener muy en cuenta las fortalezas y debilidades que cada persona desarrolló y, a la vez, observar qué se puede hacer para modificar los comportamientos y aprender de los errores.
- Autodisciplina. Para Fernando Ariceta esta etapa es crucial, ya que en ella se tienen que ir cambiando los hábitos. Esto implica analizar cómo hacemos las cosas y cómo se desarrollan las competencias transversales.
- Autoentrenamiento. Generando la capacidad de repetir el proceso con cada una de las competencias, e indagarse si lo que se hizo en el transcurso del día para comunicarse con su gente es lo más apropiado.