En el evento celebrado el pasado 26 de septiembre quisimos ofrecer una perspectiva diferente a la tradicional visión de los recursos humanos que tenemos en España y por eso nos acercamos a distintas organizaciones latinoamericanas para conocer cuál es su filosofía a la hora de gestionar personas y equipos.
A la aportación de nuestros expertos en el plató de la Universidad CEU San Pablo se unió la aportación de distintos profesionales del ámbito empresarial y educativo desde algunos países para dar un componente más global al análisis de la función y enriquecer el debate.
Chile
La primera conexión fue con Chile y tuvo como protagonista a Ana Karina Ulloa, Directora de Personas en Telefónica Movistar Chile. Entre las reflexiones que nos dejó acerca de las oportunidades de la función destacó que «hoy en día estamos cada vez más cerca del CEO o del gerente general. Es decir, de la toma de decisiones. Contamos con un rol mucho más consultivo, formando parte activa el comité de dirección con el objetivo ambicioso de ser capaces de seguir acompañando el negocio en un entorno de incertidumbre y cambio, haciéndolo sustentable y poniendo al empleado o colaborador en el centro, creando valor desde el Humano».
Entre los retos que surgieron a raíz de la pandemia, Ulloa señaló «el ser capaces de acelerar los cambios manteniendo intacto el compromiso«, especialmente en un contexto de «transformación constante tanto desde el negocio y por parte de nuestros clientes». En este sentido apuntaba que «debemos seguir avanzando en las adecuaciones de los estilos de liderazgo que acompañan este gran desafío de una cultura digital más flexible ágil transparente y que sea data driven«.
También comentó la necesidad de «seguir impulsando el desarrollo y cierre de los gaps de los skills o habilidades de nuestros colaboradores a través de procesos como reskilling of upskilling que nos permitan aportar valor a la empresa«. Aparte de reconocer que «aún tenemos camino que recorrer en todo lo referente a diversidad e inclusión» y en salud mental.
México
Ivette Calvet, Directora de Cia de Talentos en México, centró parte de su participación en el talento joven: «Nosotros hacemos una encuesta a más 1.000 jóvenes en todo Latinoamérica y les preguntamos que en qué empresa quisieran trabajar, cómo se quisieran desarrollar, qué esperan de un líder y justamente escuchando a los jóvenes nos dicen que se sienten poco capaces para afrontar el futuro, no se sienten seguros ellos mismos«.
En cuanto a los retos puso el foco en la digitalización al opinar que «la transformación digital nunca se alcanza nunca vamos a llegar a esta transformación por completo. Porque sigue cambiando, se sigue actualizando y tenemos que estar en este aprendizaje continuo toda la vida». Así, señaló que hay que incidir en el «desarrollo de algunas competencias cognitivas digitales» como las «interpersonales» pero también en «la autoconfianza y autoconocimiento de estas competencias».
Otro de sus argumentos giró a los cambios producidos tras la pandemia en el mercado laboral, con muchos empleados buscando buenos proyectos. Y aquí entra el trabajar el employer branding y «ser abiertos y transparentes con la información, qué se está haciendo, en qué momento está la empresa, hacia dónde va, cuáles son sus principios…». En esta línea añadía que los jóvenes buscan comprometerse «con una empresa que tenga impacto social, que esté alineado con los ESG, que tenga diversidad de equidad e inclusión». Y por supuesto la salud mental es importante para ellos, en el sentido de que demandan «beneficios de bienestar».
Argentina
María Manson, responsable Graduados y Desarrollo Profesional en Universidad Austral, institución educativa que forma parte de University Employment Lab, intervenía desde Argentina para dar un punto de vista más académica. Por eso se preguntó por «cuáles son las necesidades que tienen los mercados y cuáles son los intereses de nuestros jóvenes«. «Lo que buscamos es proponer espacios que promuevan la mejora responsabilidad de nuestros estudiantes para en definitiva tener una sociedad más justa en este sentido«, explicó.
En este sentido, afirmó que «lo que debemos ofrecer desde las universidades entiendo que tenemos que ser muy ágiles y muy receptivas a las necesidades de los estudiantes y del mercado laboral. Esto implica una colaboración muy estrecha con la industria«. De esta forma, junto a la «adopción de nuevas tecnologías educativas», trabajan para mejorar las «habilidades interdisciplinares» con el objetivo de que los estudiantes puedan «combinar diferentes campos de estudio para abordar los problemas complejos que presenta el mundo real«. Entre las herramientas para desarrollar estas habilidades enumeraba los talleres comunicativos, la mentoría, la educación financiera p el emprendimiento.
Asimismo, coincidía con otros compañeros de debate en impulsar el desarrollo del liderazgo a través de la adquisición de «habilidades efectivas» como «la resiliencia y la adaptabilidad«. También en fomentar la diversidad y la inclusión.
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