El crecimiento del paro registrado en enero en los Servicios Públicos de Empleo (antiguo Inem) en 132.378 personas “es un dato muy malo. Es el peor de la serie histórica [en las estadísticas] y no pretendo ocultarlo”. Así reconoció el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, un resultado que no admite paliativos de ningún tipo, y que es el fruto del paulatino debilitamiento de la economía y, en particular, de la construcción.
El ministro explicó que los datos actuales del Ministerio de Trabajo sólo permiten hacer una comparación homogénea hasta 1997, cuando hubo un cambio en los criterios de medición del desempleo.
Sin embargo, en el Departamento reconocen que el aumento del paro en enero bate todos los récords negativos en las estadísticas de los Servicios Públicos de Empleo. Incluso, habría que retroceder hasta octubre de 1993, en plena recesión económica, para encontrar una subida mensual del paro aproximada, cuando ascendió en 95.983 personas.
Pero, además, la cifra total de parados asciende a 2.261.925, lo que hace retroceder el registro hasta octubre de 1998, cuando el número total de desempleados era de 2.267.925. Éste es el fruto de que el ritmo anual de crecimiento del desempleo es, con mucho, el más alto de la legislatura, con 179.417, en términos absolutos, y un 8,62%, en términos relativos. Así, el paro lleva ocho meses consecutivos de crecimiento –desde junio de 2007–, en un proceso de aceleración, que ha elevado la tasa interanual desde el 0,31% al 8,62%.