Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra anualmente el 10 de octubre, HAYS preguntó a más de 26.800 encuestados de todo el mundo si podían hablar abiertamente con su responsable sobre su salud mental. Poco más de la mitad (51%) de los encuestados señalaron que estarían abiertos a hacerlo, mientras que el 49% indicó que no.
Frente a esta situación, Sandra Henke, directora global de People & Culture en HAYS, señaló que “es bien sabido que la relación con un jefe es la más influyente en cuanto al bienestar de un empleado, por lo que es necesario que los gerentes se esfuercen más en crear un ambiente en el que los profesionales puedan ser abiertos y transparentes».
La experta de HAYS añadió que, “antes de la covid-19, el papel de un directivo podía considerarse, a menudo, unidimensional, porque era muy probable que su equipo estuviese físicamente delante de él. Ahora, el hecho de que muchos empleados trabajen en un entorno híbrido, supone un gran impacto para las organizaciones y los directivos, ya que tienen que replantearse cómo pueden apoyar a su equipo incluso cuando no están físicamente delante de ellos.»
El tema del Día Mundial de la Salud Mental de este año es «Hacer de la salud mental y el bienestar una prioridad mundial para todos». La Organización Mundial de la Salud ha publicado recientemente unas «Directrices sobre salud mental en el trabajo«, donde revelan que el 15% de los adultos en edad para trabajar padecen un trastorno de salud mental en algún momento de su carrera, y que se estima que la depresión y la ansiedad cuestan a la economía mundial 1 billón de dólares al año, debido, en gran parte, a la pérdida de productividad.
Cómo detectar los signos de que alguien tiene problemas de salud mental
En estos casos, Henke, asegura que el primer paso es detectar los indicios de que alguien tiene problemas de salud mental. Para ello, es fundamental que los directivos sepan interactuar con su equipo, tanto si operan en un modelo de trabajo híbrido o presencial.
«Las señales no serán las mismas para todo el mundo, y no siempre serán claras si no se ve a alguien presencialmente y con regularidad. Sin embargo, hay algunos indicios que suelen significar que algo va mal. Los signos más comunes pueden ser un cambio en el estado de ánimo o en el comportamiento, en la forma de interactuar con los demás, si una persona se ha aislado de su trabajo, una falta de motivación o de concentración, o si se siente cansada o ansiosa», explica Henke. “A pesar de que un buen líder es accesible, muchas personas sólo se sienten cómodas abriéndose con los más cercanos. Lo fundamental es que, cuando alguien esté dispuesto a hablar contigo, estés ahí para apoyarle».
Apoyo a los miembros del equipo
Del mismo modo, es importante que los responsables de equipo sean conscientes de las funciones que derivan de sus puestos. «Asegúrate de que respetas los límites que estableces. Si promueves un equilibrio saludable entre vida laboral y la personal para evitar el agotamiento, predica con el ejemplo. Tómate un tiempo en el Día Mundial de la Salud Mental, o en las semanas siguientes, para reconocer y promover la conciliación laboral de forma significativa», señala Henke.
Integrar el bienestar en los valores como líder
Los líderes empresariales tienen el deber de cuidar a sus empleados y deben tomar medidas para evitar que la salud mental de su equipo se deteriore. De los más de 17.000 encuestados en otra encuesta de HAYS del mes pasado, sólo el 28% estaba de acuerdo en que su organización promovía el bienestar entre sus empleados. Por el contrario, el 41% negaba que fuera así.
«Reflexiona sobre la cultura que creas en tu equipo. Asegúrate de que todo el mundo está involucrado y se siente cómodo comunicándose no sólo contigo, sino también con los demás. Programa reuniones con tus trabajadores; organiza encuentros de equipo para mantener a todo el mundo conectado y fomenta las conversaciones informales», señala la experta de HAYS. Además, “es fundamental que las organizaciones creen un entorno abierto y justo para todos, que favorezca un ambiente de confianza y tranquilidad para el empleado”, concluye.