Ni un paso atrás
Durante ella se han movido y removido muchas cosas. Añorar volver a un prehistórico 2019 no sólo ya no es posible, sino que aquellas personas u organizaciones que aspiren a retroceder están en riesgo.
A diferencia de otras crisis anteriores, esta ha sido una crisis humanitaria, que ha impactado en nuestra manera de sentir, de organizar nuestras vidas y en nuestra manera de trabajar. Toca inventar, crear y avanzar.
Sobre esto comparto seis reflexiones.
1.- El talento sigue siendo escaso, se mueve, elige, exige y ya es global.
Un reciente informe de Adecco señala que 8 de cada 10 directores de RRHH afirman tener problemas a la hora de reclutar talento.
A pesar de un paro de casi el 21%, el 9% de las posiciones no se cubren, llegando al 60% en algunas zonas.
Junto a ello, la firma Smart Culture, constata que el baile de directivos y profesionales de alta cualificación se ha incrementado un 50%.
Para muchos, sus organizaciones no estuvieron a la altura esperada durante la pandemia, o fueron ellos mismos los que no dieron la talla.
2.- La velocidad y productividad se ha incrementado, y apareció, por fin, la agilidad.
Según otro estudio de McKinsey, muchas empresas reconocen que en 2020 se han movido 20 veces más rápido y con un crecimiento de la productividad superior al 5%.
De hecho, la pandemia ha logrado que en muchas organizaciones se haya trabajado de una manera mucho más flexible, resolutiva y adaptable, encontrando por fin la agilidad tanto tiempo buscada.
3.- Las nuevas formas de trabajo se consolidan.
Gracias a la tecnología, el 20% de la fuerza de trabajo mundial puede y desea trabajar gran parte de su tiempo fuera de la oficina, impulsando nuevas formas de trabajo no convencionales.
4.- Durante la pandemia el emprendimiento ha crecido.
Según el mismo estudio de McKinsey, en USA se crearon 1,5 millones de nuevas empresas, el doble que en 2019; el 20% más en Francia y el 30% en el Reino Unido. Nuevos y más competidores que no lo pondrán fácil.
5.- Los que ya eran buenos se han reforzado todavía más.
Las empresas que ya eran buenas han aprovechado esta crisis para ser mejores, reforzándose desde sus fortalezas, mientras que las que ya mostraban debilidades aceleran su declive. Parece que la famosa “resiliencia” está haciendo de las suyas.
6.- 1.5 trillones de $ de capital riesgo, impacientes por invertir en los ganadores.
Mucho dinero para aquellas empresas que hayan aprovechado esta crisis para salir reforzadas en sus capacidades, acelerando fusiones y adquisiciones.
Todo ello provocará una disrupción acelerada del mapa empresarial actual. Ya nos lo contó Darwin, quien no se adapta, desaparece.
Todo esto ya anticipa una nueva brecha entre ágiles y lentos, y el talento, cada vez más escaso e importante, marcará la diferencia.
¿Estamos preparados para acometer los grandes cambios en la manera de diseñar nuestras organizaciones y en la manera de trabajar?
Como nos dice Einstein “debemos estar dispuestos a renunciar a lo que somos con el fin de convertirnos en lo que seremos”.
Así que todo comienza de nuevo por nosotros, los de entonces, aquellos que sabemos que, gracias a haber cambiado millones de veces, en nuestra esencia seguimos siendo los mismos.
Subdirector General Fundación máshumano
People Strategic Foro Recursos Humanos