Una empresa ha sonado en boca de los secretarios generales de CC.OO. y UGT, José María Fidalgo y Cándido Méndez, en la celebración del Primero de Mayo, festividad del trabajo. Al grito de ‘Delphi no se cierra’, los dirigentes sindicales reclamaron el mantenimiento del empleo en la fábrica que la multinacional norteamericana Delphi tiene en la Bahía de Cádiz, así como un nuevo modelo productivo, con más peso de la industria y menos del ‘ladrillo’ y el sector servicios. Menor participación que otros años en Madrid. Según los organizadores aglutinó a unos 30.000, aunque los responsables de Policía Municipal presentes en la marcha no quisieron cuantificar el número, en tanto que la Delegación del Gobierno de Madrid no facilitó cifras.
La manifestación de este año de Cádiz ha sido especialmente emotiva ya que se vio coloreada por los ya clásicos pañuelos amarillos con letras azules que rezan la máxima »Delphi no se cierra» y que se han convertido en el auténtico símbolo contra el cierre de la factoría que la multinacional norteamericana tiene en Puerto Real (Cádiz). Los sindicatos coincidieron en la salida en demandar «soluciones urgentes» a la crisis derivada del anuncio de cierre de Delphi en Puerto Real, por lo que exigieron a empresarios y administraciones «la defensa del empleo industrial, que es el que genera valor añadido».