Mañana se celebra el Día Mundial de la Salud Mental Materna y desde la Asociación Yo No Renuncio del Club de Malasmadres se reivindica la necesidad de autocuidado de las mujeres y madres que ven peligrar su salud mental por falta de tiempo para ellas.
De hecho, el 85% de las madres tienen menos de una hora libre o ni siquiera alcanzan este tiempo, según el último estudio realizado por la asociación ‘El coste de la conciliación’ en el que participaron más de 50.000 mujeres.
A este dato se unen las barreras que aún existen para dar el paso a pedir ayuda psicológica: la falta de dinero, la vergüenza y, una vez más, la falta de tiempo. El 66% de las mujeres reconoce que no ha pedido ayuda psicológica, pese a sentir desbordamiento y tristeza, dato también recogido en el Estudio ‘El Coste de la conciliación’.
Cómo se cuidan las madres:
Si seguimos ahondando en la salud mental materna de las mujeres observamos que “el 50% de las mujeres encuestadas declara que se cuida mal o muy mal y el 40% cree que lo hace bien, aunque podría mejorar mucho. Tan solo un 10% de las mujeres encuestadas considera que su nivel de autocuidado es bueno, este es un dato del Estudio ‘La Hora de Cuidarse’ del Club de Malasmadres y DKV.
Por otro lado, prácticamente la mitad de las mujeres encuestadas (el 48%) declara que cuida su alimentación, el 39% camina y el 26% practica entrenamiento físico. El cuidado de la salud mental, ya sea a través de la meditación o de la desconexión, no es tan común a la hora de hablar de autocuidado: tan solo el 7% de las encuestadas medita y el 19% desconecta cuando queda con amigas. Otras prácticas mencionadas de forma espontánea y que tienen que ver con la concentración son aquellas relacionadas con el arte y cultura (como leer, escribir o pintar).
El Teléfono Yo Me Cuido, un servicio de atención psicológica gratuito:
Para ayudar a las mujeres a que se sientan mejor y cuiden su salud mental desde la Asociación Yo No Renuncio del Club de Malasmadres se impulsó el ‘Teléfono Yo Me Cuido con apoyo de DKV. Se trata de un servicio de atención psicológica gratuito que nace tras la pandemia para ayudar a las mujeres y madres a que se sientan mejor y den el paso a buscar ayuda. Este teléfono es el 900 81 23 25 y está sufragado por las 782 socias de la dicha asociación.
Desde este mismo teléfono, las Malasmadres también tendrán acceso a la compra de servicios adicionales de salud y bienestar en condiciones económicas muy ventajosas a través del portal online de DKV Club de Salud y Bienestar.
Como explica Laura Baena, fundadora del Club de Malasmadres y presidenta de la Asociación Yo No Renuncio, “la maternidad es un momento de muchos cambios en los que se necesita apoyo, un apoyo que muchas mujeres no encuentran porque no tienen acceso a servicios que la ayuden. Tras la pandemia observamos el deterioro de la salud mental de las mujeres que son madres y decidimos dar un paso más que la simple escucha, activamos el Teléfono Yo Me Cuido para orientarlas y que encuentren un lugar seguro donde ser atendidas. Cuidarse no puede ser un privilegio sino un derecho de las mujeres”.
Escucha activa, orientación y ansiedad, las principales consultas de las madres
Más de 400 mujeres han sido atendidas ya en el Teléfono Yo Me Cuido y las principales consultas están relacionadas con la necesidad de ser escuchadas, la orientación psicológica y la ansiedad personal. También se reciben consultas, aunque en menor medida, sobre conflictos familiares, acoso laboral, infancia y adolescencia, trastornos de la personalidad y detección de violencia de género.
En total, el equipo de atención telefónica está formado por 25 psicólogas, mujeres, todas con amplia experiencia y una media de edad de 42 años, que llevan años trabajando con la Fundación Salud y Persona. Este equipo se ha formado específicamente para poder atender a las mujeres y madres que harán uso del servicio.
Gracias a este servicio, las usuarias podrán acceder también a terapias con ofertas especiales a través de la Fundación Integralia, como programas específicos de tratamiento psicológico, apoyo psicopedagógico en edad escolar o terapias de relajación antiestrés.
