La escasez de talento y la ordenación de recursos afectan sustancialmente al papel de las competencias profesionales. Y de ello hablamos la semana pasada en uno de los programas especiales en Capital Radio con motivo del Día Mundial de la Salud. Opiniones diversas desde el ámbito público y privado en busca de soluciones por el déficit de profesionales en el sector sanitario.
Déficit de profesionales
Celia Gómez, directora general de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, abría las intervenciones apuntando que España es de los países de la OCDE con más médicos, pero «tenemos problemas de distribución«. «Hay puestos de difícil cobertura y seguramente problemas de ordenación o de organización de los recursos, incluso de la propia actividad», reconocía, por lo que demanda «cambios organizativos, que además son demandados por las generaciones más jóvenes».
No obstante, apuntó la importancia de «aumentar el número de profesionales disponibles»: «La tendencia a futuro también es la de tener más recursos humanos que puedan hacer que la mejora de las condiciones laborales también llegue, sobre todo a determinados colectivos».
Luis Mendicuti, secretario general de ASPE, se refirió a la necesidad de planificación, «una tarea complicada, compleja, porque hay aspectos relacionados con la oferta de la asistencia sanitaria, pero también con la demanda«. Bajo su punto de vista se requiere un «registro estatal de profesionales sanitarios».
Montse Planelles, directora corporativa de RRHH en IMED Hospitales, apuntaba que el déficit de profesionales «se ve en unas zonas más que en otras, con lo cual esa reordenación de recursos ha hecho que de repente haya unas zonas donde es más fácil conseguir profesionales que en otras». A esto hay que sumar «la evolución del déficit en determinadas especialidades» que, según admitía «no hemos sido capaces de abordar«.
Nicolás Pérez Fernández, subdirector médico en la Clínica Universidad de Navarra y director del Departamento de ORL, habló sobre la colaboración público-privada y el «esfuerzo» que se hace en las dos partes: «Unos porque ya han llegado a un límite y empiezan por rebosamiento a necesitar una ayuda; y los dos porque estaban ya muy apretados y tienen que dar esa ayuda. Y yo creo que nadie se niega a darla».
Patricia Alonso Fernández, vocal de la Junta Directiva de SEDISA, indicó que además del aumento de la demanda estamos ante «una demanda diferente a la que estábamos acostumbrados» porque «ahora se mandan perfiles diferentes, los propios pacientes son diferentes y seguimos intentando dar la misma respuesta». «Necesitamos dar respuestas diferentes, hacer procesos diferentes, procesos asistenciales diferentes», resaltó.
Isabel Lozano Sevilla, vicesecretaria general del Sindicato de Técnicos de Enfermería, se centró en su sector y afirmó que «este déficit de enfermeros, que también parece ser que existe, se podía solventar pues reconociendo las competencias que ahora en la actualidad están haciendo los técnicos de enfermería. E incluso revisando el nivel de cualificación, de formación, para que tuvieran más competencias«.
José Barberán López, decano de la Facultad HM Hospitales de Ciencias de la Salud, incidió en la idea de la falta de personal «en unos sitios más que en otros, incluso dentro de un mismo hospital, en unas especialidades más que en otras«, citando los médicos de urgencia y los médicos rurales como los puestos más difíciles de cubrir. Además, quiso añadir una nueva variable como es que «los médicos están burocratizados, nos dedicamos mucho a la burocracia y no a atender a los pacientes».
El factor motivación
Al hilo de esta referencia a las tareas burocráticas, Celia Gómez reconoció la necesidad de «y cambiar por lo tanto esa manera de trabajar y que de verdad puedan dedicar el tiempo a lo que da valor añadido al médico, que es atender al paciente y hacer el trabajo clínico y no estar ocupando a veces hasta el 30 % en otro tipo de trabajos. Es básico».
El doctor Pérez Fernández expuso que entre los profesionales sanitarios «todo el mundo tiene que tener orgullo de pertenencia», algo que a su juicio se consigue a través de «un proyecto»: «Si tienes un proyecto y ese proyecto queda bien en tu hospital, en tu servicio y a ti te viene bien, yo creo que todos vamos a estar contentos».
Empoderamiento de la Atención Primaria
En la primera parte del programa se habló de las dificultades de cubrir plazas en zonas rurales y el doctor Pérez Fernández es partidario de dar más valor a la Atención Primaria, algo en lo que «las facultades tenemos una gran labor» con el objetivo de que «sean referencia del sistema de salud, porque es el primer médico que se enfrenta al paciente».
Celia Gómez explicó que se ha producido un cambio en el sistema formativo de Medicina Familiar basado en que «70% del tiempo de formación del residente tenga Atención Primaria» y que cuenta con asignaturas enfocadas a entornos rurales.
El enfoque de Patricia Alonso está guiado por el «liderazgo» y la «capacidad de marcar algunos rumbos». Aparte de dar visibilidad a esas áreas difíciles apuesta por «hacer un análisis»: «No sabemos si, sobre todo las nuevas generaciones, lo que quieren es tiempo, dinero, un modelo de trabajo colaborativo, si lo que quieren es tener capacidad de evolución».
Montse Planelles se mostró de acuerdo en que los profesionales quieren un proyecto y que desde RRHH «intentamos vender un proyecto consistente a largo plazo y sobre todo muy interesante». Y además de carrera profesional buscan «flexibilidad, por supuesto conciliación, por supuesto un entorno de trabajo amigable y saludable, toda una serie de medios de acompañamiento, de salud mental, de condiciones de trabajo, de visibilidad». También compartió la importancia de trabajar con «programas de liderazgo».
Competencias de los MIR
Celia Gómez es partidaria de «revisar todos los programas« para «para desarrollar más competencias y más funciones y que podamos ir reequilibrando las tareas de unos y otros». También reclamó «un mayor peso de la Atención Primaria en los contenidos» en las facultades de Medicina, algo en lo que José Barberán añadió que en la facultad de HM Hospitales ya se hace, aparte de contar con «un programa de formación de residentes».
Nicolás Pérez Fernández también coincide en que las competencias «hay que actualizarlas y dimensionarlas, porque es que si no al alumno de Medicina le caen todas encima».
Patricia Alonso se sumó a la petición de actualizaciones, citando por ejemplo que «la super especialización que ahora mismo requiere la atención sanitaria es algo que no podemos dejar de la mano ni de la voluntariedad, ni de improvisar».
Desde el ámbito privado, Luis Mendicuti admitió que «es una asignatura pendiente por parte del sector el involucrarse, el incorporarse de forma sistemática a este sistema», ya que actualmente solo se ofertan un 3% de plazas.
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