Cada vez más empresas, con el objetivo de mejorar la productividad en verano, introducen la jornada intensiva. Con ella se pretende facilitar la conciliación laboral y personal durante esta época del año. Del mismo modo, la jornada intensiva ayuda a mejorar el descanso y la gestión del tiempo de los empleados.
En teoría, la jornada intensiva se traduce en una mayor productividad, implicación y motivación del empleado. Sin embargo, también implica que las tareas tengan que realizarse en menos tiempo. Debido a esta, y “para evitar que la época estival afecte al rendimiento, es imprescindible poner a disposición de los trabajadores herramientas que les ayuden a mejorar su productividad, ayudar a nuestros empleados a distribuir sus tareas y cargas, así como también reforzar la comunicación entre los equipos y desarrollar técnicas de planificación efectiva para rentabilizar mejor el tiempo en el trabajo. Saber diferenciar lo urgente de lo importante y tener la capacidad para priorizar es esencial. Además, hay que tener en cuenta que cada persona tiene sus propios picos de productividad. Por ello, también es clave conocerse y utilizar esto para la distribución de nuestro esfuerzo como empleados”, recuerda Ana Romeo, directora de Recursos Humanos de Cigna España y embajadora Humans 4 Health by Cigna.
Para lograr mejorar la productividad en verano, desde Cigna recomiendan poner en marcha algunas de las siguientes acciones:
- Ofrecer técnicas en gestión del tiempo. Las más conocidas son estas:
- Técnica Pomodoro. Consiste en dividir la jornada laboral en pequeños tramos de 25 minutos (pomodoros) para evitar las distracciones. Cuando finaliza cada tramo, se hace un descanso de 3 a 5 minutos. Cada cuatro pomodoros, se hace una parada más larga, de entre 15 a 20 minutos.
- Técnica Eisenhower. Se trata de crear un cuadro de tareas que diferencie lo urgente y lo importante de lo que no lo es. Así, se obtendrá lo que hay que hacer, lo que hay que delegar, lo que hay que decidir y lo que se puede posponer o eliminar.
- Kanban. Consiste en crear un cuadro donde mostrar el estatus de la tarea en todo momento, ya sea mediante herramientas tecnológicas, pizarras o pegatinas.
- Esquema GTD (Getting This Done). Esta técnica invita a crear una lista para cada tarea, basada cada una de ellas en cinco principios: recopilar, procesar (analizar qué recursos son necesarios), organizar (clasificar tareas en: acciones próximas, proyectos, en espera, algún día), revisar y ejecutar.
- Técnica Seinfeld. Se basa en elaborar un gran calendario y trazar un cronograma con las tareas para cada día, tratando de alcanzar siempre la meta.
- Fomentar la flexibilidad y redistribución del trabajo. Durante estos meses el volumen de trabajo desciende, por ello es un buen momento para fomentar la flexibilidad laboral y llevar a cabo una redistribución del trabajo.
- Promover la comunicación interna. Hace más fácil saber en qué tarea se debe estar en cada momento, si hay algo urgente que haya que reforzar entre más empleados, si se puede dejar para otro momento o eliminarlo de la lista de pendientes.
- Controlar la temperatura. La temperatura ambiente en la oficina durante el verano es clave para el confort de los empleados.