Cuando nuestra empresa se encuentra inmersa en un proceso de cambio o transformación, debe prestar especial atención a su activo más crítico: las personas si no desea que la productividad sufra. La comunicación, en todas sus vertientes, será nuestra aliada en la gestión de las emociones y las percepciones de los empleados, una herramienta poderosa para cuyo uso efectivo debemos tener en cuenta las siguientes claves:
Lenguaje y tono adecuados
Nuestro cerebro reacciona de manera muy diferente según el tono de los mensajes de nuestros interlocutores. Y no solo eso, nos protegemos ante las agresiones auditivas y evitamos la llegada del mensaje “intimidante” como medida defensiva. Por ejemplo, los responsables de equipos de trabajo que basan su forma de comunicar en la agresividad o el volumen excesivo cometen un grave error ya que sus mensajes son menos efectivos.
Si nos vamos al otro extremo, el problema persiste. Esos directivos que hablan al cuello de su camisa y, además, es difícil entender lo que dicen porque vocalizan mal, solo generan inseguridad y dejan al descubierto una carencia importante en sus dotes de liderazgo.
En el equilibrio está la virtud, por lo que el mejor comienzo, cuando queremos hablar a nuestro empleados, es un lenguaje adecuado, utilizando un tono agradable y un volumen bien elegido que se adapte a cada situación y contexto.
En la era digital en la que vivimos es muy importante el cuidado a la hora de redactar los comunicados vía online, que también tienen tono de “voz”. Además, no conviene abusar del medio tan impersonal si nuestra pretensión es la de mejorar la gestión emocional del colectivo.
El entorno de trabajo debe ser agradable
Pasamos muchas horas en el lugar de trabajo, por ello es importante que nuestra oficina sea un lugar donde nos encontremos a gusto, donde realmente tengamos ganas de dar lo mejor de nosotros mismos.
Estudios psicosociales de importantes universidades en distintas partes del mundo han demostrado que los trabajadores que desempeñan sus labores en entornos modernos, con servicios complementarios, zonas ajardinadas, espacios donde poder relajarse, reducen sus faltas de asistencia y aumentan su productividad.
Cuando te apetece contar donde trabajas resulta mucho más fácil alinearse con los objetivos de la empresa.
Dinamización del calendario laboral
Cuando todos los días son iguales es fácil caer en el tedio. Un calendario versátil que combine dinámicas de teambuilding con experiencias formativas mejorará las relaciones entre compañeros, favorecerá la transmisión del conocimiento y ofrecerá la posibilidad a los directivos de ejercer un liderazgo cercano y activo que impulse las capacidades de las personas que forman sus equipos.
Un simple córner en el edificio de la compañía, con una programación acertada de coffee breaks donde jefes y empleados puedan compartir un café distendido puede ser más efectivo en la gestión emocional que otros procesos mucho más complejos y costosos.
La utilización de herramientas disruptivas como el teatro ofrece resultados muy positivos porque nos permite conocer a las personas sin fachadas, ni poses ensayadas. Las experiencias sensoriales hacen aflorar la verdadera personalidad del individuo y esa situación nos facilita acceder a una información totalmente veraz que puede resultar muy valiosa a los responsables de Talento. Conocer la personalidad de los trabajadores nos ayudará a diseñar estrategias más exactas para mejorar la experiencia de empleado.
Reencuentro post pandemia
Para una empresa del sector de las escuelas de negocio online preparamos una jornada de reencuentro post pandemia que resultó ser un éxito rotundo. La empresa había experimentado un crecimiento exponencial durante el confinamiento, por lo que tuvo que contratar a un importante número de nuevos empleados que desde su primer día tuvieron que trabajar en remoto.
Los compañeros solo se conocían a través de una pantalla y, aunque todos eran jóvenes de perfil digital, los dueños de la escuela empezaron a percibir una falta de energía que no alcanzaban a entender. Después de entrevistarnos con ellos entendimos que necesitaban verse, conocerse, compartir una jornada sin pantallas, al aire libre y jugando como niños. Esa experiencia marcó un punto de inflexión en la compañía, catapultando las sinergias entre compañeros que se tradujeron en un importante aumento de la productividad en todos los departamentos. La felicidad de un día se convirtió en un cimiento sólido para mantener el progreso de la escuela en un proceso de internacionalización bastante complejo. Hoy en día están presentes en más de 20 países con un crecimiento espectacular y desde Watch&Act seguimos siendo sus compañeros en ese camino.
Para comenzar a mejorar en la gestión emocional de los empleados es esencial realizar un diagnóstico inicial para diseñar la solución más adecuada para la situación del cliente, una respuesta que dependerá del momento exacto del proceso de transformación en el que se encuentre la empresa.
En conclusión, debemos poner en el centro la gestión emocional de nuestros empleados, especialmente si estamos atravesando una fase de cambio. Cuidar nuestro lenguaje, construir un entorno laboral agradable y romper la rutina del día a día con actividades formativas y de teambuilding nos ayudará a prevenir desavenencias dentro de nuestros grupos de trabajo y aumentar la productividad, además de colocar más de una sonrisa entre los miembros del equipo.
Autor: Toño Molina, director de la División de Experiencias y Emociones de Watch&Act.
