La gestión de recursos humanos es el conjunto de actividades que realiza una organización para administrar, desarrollar y motivar a las personas que trabajan en ella. Se trata de una función estratégica que contribuye al logro de los objetivos empresariales y al aumento de la competitividad.
Una tarea que nunca ha sido sencilla. Pero que lo es mucho menos después de la pandemia, cuando surgió el fenómeno de la Gran Renuncia. Un fenómeno sociolaboral surgido en Estados Unidos y que se fue extendiendo a otras partes del mundo por el que empleados de muy distintos sectores empezaron a renunciar a sus puestos de trabajo una vez se levantaron en la primavera de 2021 las restricciones impuestas por la emergencia sanitaria.
El mercado laboral español no ha sido ajeno a esta tendencia que aún se sigue haciendo notar. De hecho 70.000 empleados con contrato indefinido renunciaron de sus empleos el año pasado, según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Hoy en día es más importante que nunca realizar una buena gestión de recursos humanos para evitar que se siga produciendo una fuga masiva de empleados, especialmente si se trata de personal con talento. Planificar, organizar, dirigir y controlar el uso eficiente y eficaz del capital humano de una empresa resulta clave para conseguir los objetivos tanto económicos como de cada uno de los individuos que la forman.
Síntomas de una mala gestión de RRHH
- La rotación de personal: El porcentaje de empleados que abandonan la empresa en un periodo determinado va en aumento y eso implica un mayor coste de contratación y formación, una pérdida de conocimiento y experiencia, y una disminución de la calidad y la productividad. Hoy por hoy es uno de los grandes desafíos de los profesionales de la función ante la tendencia cada vez más creciente de trabajar por proyectos importantes y que motiven.
- El absentismo laboral: la sistemática falta de asistencia al trabajo por parte de los empleados por motivos no justificados es otro síntoma de que algo no va bien. Un alto nivel de absentismo supone un menor rendimiento, una menor satisfacción del cliente y un mayor riesgo de accidentes y conflictos. Y por supuesto repercute en los beneficios.
- La bajada de la productividad: la disminución de la eficiencia y eficacia con el que se realizan las tareas y se cumplen los objetivos es un problema que debe atajar debido a que implica una menor rentabilidad, una menor competitividad y una menor innovación.
¿Por qué surgen estos indicadores negativos? Sin duda, no sólo se puede achacar toda la responsabilidad al empleado desmotivado, sino que habrá que tirar del hilo para saber dónde se ha empezado a complicar la situación.
Factores relacionados con la gestión de recursos humanos
Son diversos los elementos sobre los que trabajar para conseguir que las personas se sientan implicadas con la filosofía cualquier empresa u organización. Algunas recomendaciones para acabar con la rotación del personal pueden ser:
- La selección de personal adecuado con la visión y misión de la empresa: De nada sirve contratar al candidato más cualificado si no está alineado con los valores de una empresa. De ahí la importancia de identificar, evaluar y contratar a las personas más idóneas en base no sólo a su perfil profesional o académico, También teniendo en cuenta la cultura empresarial, los valores y cualidades como el compañerismo o la aportación de valor a los proyectos.
- La política retributiva: En la mayoría de encuestas el salario sigue apareciendo como uno de los puntos clave a la hora de optar a un puesto de trabajo. Una buena política retributiva permite recompensar el esfuerzo y el mérito, pero al mismo tiempo incentivar el rendimiento y la calidad, atraer y retener el talento, y generar un sentimiento de equidad y justicia. Uno de los aspectos en los que más se está trabajando desde el lado de las organizaciones es en ofrecer una retribución flexible en la que el pago en especie o productos complemente la nómina.
- El bienestar de los empleados y el clima laboral: el grado de satisfacción, motivación y compromiso que sienten los trabajadores con su trabajo y con la empresa es un factor clave y que cada vez es más demandado por los aspirantes a una posición laboral. Para conseguir ese bienestar es importante fomentar la salud física y mental de los empleados, de forma que se reduzca el nivel de estrés y el burnout, mejore el ambiente, aumente la lealtad y la retención. No obstante, tampoco podemos olvidarnos de otros beneficios como la conciliación personal y laboral mediante el teletrabajo o la flexibilidad horaria.
- El desarrollo profesional y la formación: Un buen modo de fomentar la implicación es potenciar el crecimiento y el aprendizaje continuo de los empleados. Ayudar al desarrollo profesional y la formación permite mejorar las competencias y habilidades de los trabajadores, adaptarse a los cambios del mercado, generar nuevas ideas y soluciones, y aumentar la confianza y el reconocimiento.
- La retención de talento: ya hemos comentado que entre los síntomas de una mala gestión de recursos humanos está la alta rotación, un tema íntimamente ligado a la retención de talento. No hay evento, webinar o congreso relaciónado con el mundo de las personas y las empresas en el que no se analice sobre las estrategias y acciones para cuidar al empleado valioso y evitar que se marche a la competencia. Una buena retención de talento permite conservar el capital humano e intelectual, mejorar la imagen y la reputación de la empresa, fomentar el compromiso y la fidelidad, y crear una ventaja competitiva sostenible.
- Buena comunicación: Un mal entendimiento entre los diferentes niveles y áreas de la organización puede causar una menor coordinación, transparencia, confianza y participación. Es necesario utilizar y desarrollar los canales adecuados y eficaces, de forma bidireccional y a travñes de los cuales los empleados puedan dar feedback de cómo se sienten o qué necesitan. Además, se estimula la participación y la implicación.
Como se puede observar, estos factores son muy importantes para las organizaciones, ya que influyen directamente en fidelizar a sus empleados e indirectamente en el éxito o fracaso de sus objetivos económicos y empresariales. Por ello, es fundamental que las organizaciones realicen una buena gestión de recursos humanos que les permita optimizar el uso de su recurso más valioso: las personas.
