El pasado 23 de julio se celebraron las elecciones generales en España, que dieron como resultado un nuevo escenario político marcado por la fragmentación y la incertidumbre. Sin embargo, más allá de los resultados electorales, los comicios también supusieron un cambio generacional en el Congreso de los Diputados, que acoge por primera vez a representantes de la Generación Z, nacidos después de 1997 y marcados por la era digital y la crisis económica.
La XV Legislatura se inició el pasado 17 de agosto con la sesión constitutiva del Congreso, en la que se votó a Francina Armengol como presidenta de la Cámara, se eligieron al resto de miembros de la Mesa y los 350 diputados acatan la Constitución. En este nuevo ciclo parlamentario el Hemiciclo se ha producido un importante cambio en el paisaje, dado que entre los diferentes grupos hay hasta 200 caras nuevas. Si bien hay 24 diputados que regresan después de haber representado al pueblo en legislaturas anteriores.
Mientras, el número de mujeres que ocupan un escaño asciende a 155, un poco por encima de las 152 que hubo en la legislatura previa pero por debajo del récord de 166 alcanzando en la XIII Legislatura.
Diversidad generacional en la Cámara Baja
El perfil de edad del nuevo Congreso es ligeramente más alto que en los cuatro años precedentes, con una media de 52 años frente a los 49 que había en 2019. Sin embargo, si bien cerca del 60% supera los 50 años, se da la circunstancia de que por primera vez nos encontramos con parlamentarios nacidos de 1998 en adelante.
La Generación X (nacidos entre 1965 y 1980) pasa a ser el tramo de edad predominante con 186 diputados (el 53%); seguida de los Milenials (nacidos entre 1981 y 1996) con 133 (32%); los Baby Boomers (nacidos entre 1946 y 1964) pierden terreno y bajan a 48 (14%); y la Generación Z (nacidos después de 1997) irrumpe con 2 representantes (el 1%).
La diputada más veterana en esta ocasión será la socialista Cristina Narbona con 72 años, mientras que el escaño más joven lo ocupará su compañera de grupo Ada Santana con 25 años. Por otra parte, el que más tiempo acumula como diputado es Ignacio Gil Lárazo, diputado de Vox que ha salido elegido en las listas por diferentes partidos desde 1983 para un global de 32 años en el Congreso.
Este cambio generacional refleja la evolución demográfica y social del país, así como las diferentes visiones e intereses de cada grupo. Los Baby Boomers han vivido la transición democrática y el desarrollo económico; la Generación X ha experimentado el auge y la caída del bipartidismo; los Milenials han sufrido las consecuencias de la crisis financiera y el desempleo; y los de la Generación Z se enfrentan a los retos del cambio climático, la digitalización y la globalización.
El Congreso de los Diputados es el reflejo de la diversidad generacional de España, pero también debe ser el espacio donde se escuchen y atiendan las demandas de todos los ciudadanos, independientemente de su edad. Solo así se podrá garantizar una convivencia democrática basada en el respeto, el diálogo y el consenso.
Mejor preparados académicamente
En muchas ocasiones se critica que muchos representantes públicos que no tienen estudios y han hecho de la política una profesión. Sin embargo, el informe del Sistema Estatal de Indicadores de la Educación 2023 contradice esta teoría.
Así, un 87% de los diputados en la nueva legislatura cuentan con una titulación universitaria, siendo la carrera de Derecho con un 37% la elección predominante (más allá de que sus licenciados o graduados ejerzan o no la abogacía). Otro núcleo importante es el de la docencia (universitaria, en Secundaria o Primaria) con un 15% de titulados, aparte de encontrarnos con 40 parlamentarios con formación en distintas ramas de Economía, 18 periodistas o una de decena de médicos.