¿Sabías que los emprendedores se gastan en cinco años el 50% del fondo de inversiones? Tienen que desarrollar el producto, comercializarlo, mantener las instalaciones… Sin embargo, desde Quadram recuerdan que existen algunas formas de ahorrar algo de dinero. Por ejemplo, a través del Sweat Equity, una fórmula que se basa en recompensar el trabajo a cambio de una participación en el proyecto.
“Para muchos emprendedores tener la posibilidad de acceder a este sistema de Sweat Equity a través de los denominados Tech Angels, les permite no sólo reducir costes sino, también, poder poner en marcha un proyecto que de otra manera se hubiera quedado sólo en una idea”, explican desde Quadram. Por este motivo permitir una flexibilidad en los pagos o ceder un pequeño porcentaje de participaciones en la sociedad son buenos recursos para destinar dinero a otras partidas que permitan consolidar el negocio.
El sweat equity facilita la continuación del proyecto ya que, incluso los empleados, pueden aceptar cobrar un sueldo reducido y una compensación en acciones de la empresa, lo que hace que éstos estén más implicados en que su startup salga adelante ya que, a partir de ese momento, se convierten en accionistas de la empresa cuyo objetivo es que su negocio triunfe.
Existen diversas formas de ejecutar la adquisición del Sweat Equity: compra de participaciones, opciones de suscripción preferente en futuras ampliaciones de capital, otorgamiento de derechos económicos o pagos flexibles. Desde Quadram explican que “lo más habitual es que los Tech Angel lleguen a un acuerdo de continuidad, apoyo, implicación y esfuerzo con la startup, mediante los pagos flexibles o una pequeña participación si consideran que el proyecto tendrá mucho éxito. Así, una vez consiguen agilizar el proceso para que el proyecto se lance al mercado, suelen salir de la sociedad de accionistas y mantenerse como asesores externos o como accionistas minoritarios”.