Un informe de la Cátedra de Salud Sostenible y Responsable de la Universidad Complutense de Madrid alerta sobre el posible fin de este modelo MUFACE debido a la falta de financiación, y recuerda que, de suceder, supondría a la sanidad pública un impacto económico de más de 1.000 millones de euros al tener que absorber la asistencia de todos los mutualistas.
El informe ‘El mutualismo administrativo: Modelo predictivo sobre la elección de los mutualistas y escenarios futuros’, presentado en el marco de la Cátedra de Salud Sostenible y Responsable de la Universidad Complutense de Madrid, impulsado junto a ASPE (Alianza de la Sanidad Privada Española), señala además la percepción del mutualista de un empeoramiento del servicio que achaca a la infrafinanciación.
Este estudio se centra en MUFACE y su posible desaparición, la cual tendría un impacto económico de más de 1.000 millones de euros al tener que absorber la asistencia de todos los mutualistas, teniendo en cuenta la diferencia existente actualmente entre la prima de MUFACE (1.040€ por mutualista de promedio) y el gasto sanitario total (1.608€ por ciudadano), y el número actual de mutualistas que se decantan por la sanidad privada (un 72,9%).
Asimismo, se advierte de que en caso de no contar con el mutualismo se produciría un incremento en un 266% de las listas de espera para consulta externa y del 115% para una intervención quirúrgica. En cuanto a infraestructuras, el sistema público precisaría de 3.975 camas adicionales, lo que supondría incrementar un 3,8% la capacidad actual a nivel nacional, algo muy complejo para algunas provincias.
Otro efecto colateral de la desaparición de este sistema sería la necesidad de tener que incorporar un mayor número de profesionales, algo muy complicado teniendo en cuenta el actual problema de escasez de talento que existe en el Sistema Nacional de Salud.
Necesidades en caso de continuar el modelo
El segundo escenario que contemplan los investigadores de la UCM es una posible continuidad del modelo, para lo cual se precisaría de un incremento de la financiación, en aras de garantizar su sostenibilidad. Asimismo, en el informe se destacan otras recomendaciones dirigidas a incrementar la eficiencia en la gestión, la adopción de innovaciones tecnológicas tanto en atención médica como en gestión, el enfoque en la prevención y la colaboración efectiva de todos los agentes que intervienen en la cadena de valor.
La prestación de asistencia médica a través de una aseguradora privada es elegida por el 72,9% del cerca de millón y medio de mutualistas que alcanzó MUFACE en 2022, siendo SegurCaixa Adeslas la compañía elegida por un mayor número de mutualistas titulares, seguida de Asisa y DKV.
En los últimos 10 años, el número total de mutualistas se ha reducido en un 2,5%, debido a que, a pesar de que el número de titulares ha crecido 9,4%, el número de beneficiarios asociados es menor. Las mujeres representan un porcentaje mayor de los mutualistas (un 56,3%). Por edad, la media de los mutualistas se sitúa en los 57,8 años, registrando asimismo un 38,3% de personas jubiladas.
En cuanto a la financiación, la evolución en los últimos diez años (2014-2023) de la prima mensual ajustada a la edad del usuario de MUFACE ha experimentado un incremento del 31,4 por ciento, pasando de los 64,3 euros de 2014 hasta alcanzar los 84,5 euros de 2023 que, en todo caso, es bastante inferior al gasto sanitario público per cápita (134 euros/mes), el cual se ha incrementado en un 54% en este mismo periodo, lo que supone un diferencial de 22,9 puntos.
«El concierto vigente para el periodo 2022-2024 tenía previstas subidas progresivas de primas con el objetivo de lograr un aumento total del 10 por ciento en el último año en comparación con el concierto anterior. Sin embargo, estas subidas se han revelado insuficientes para cubrir el aumento de los costes de la prestación sanitaria», advierte el informe.