¿Te cuesta planificar tus vacaciones? ¿Sientes que no eres capaz de desconectar y vuelves al trabajo más cansado de como te fuiste? ¿La idea de pasar días sin revisar el correo electrónico te causa ansiedad? De ser así, podrías estar experimentando síntomas de estrés vacacional, la incapacidad de desconectar del mundo laboral para disfrutar de tu tiempo libre.
Implementar una desconexión digital y una buena conciliación son retos contemporáneos que aún nos cuesta enfrentar. Esta situación no debe sorprendernos, ya que vivimos en una sociedad tecnológica y ajetreada que tiende a ver adecuado el tener ocupadas todas las horas del día, durante todos los días, incluso los días de descanso. Sin embargo, un informe del 2021 de la ONU, concluyó que los horarios laborales prolongados y la carencia de desconexión digital aumentan la probabilidad de desarrollar una enfermedad cardiovascular hasta un 35%.
Con esto en mente, te compartimos unos consejos para lograr una exitosa desconexión digital en tus próximas vacaciones de verano.
Ligera planificación
Independientemente de tu situación laboral, el ritmo de tu jornada de trabajo no es para nada similar al que deseas tener durante tus vacaciones. La digitalización del trabajo ha revolucionado las empresas y acelerado los procesos laborales que se llevan a cabo diariamente. Por esta razón es normal que los primeros días puedas tener la convicción de que tu tiempo libre debe ser productivo y aprovechado al máximo. El cambio de mentalidad de ¨productividad¨ a ¨relajación¨ no ocurre de la noche a la mañana. No obstante, es importante combatir este impulso y encontrar un balance. Si te apetece finalizar uno o dos proyectos personales que no has podido realizar por falta de tiempo, pues adelante. Concluir estas actividades te brindará mucha satisfacción personal. Sin embargo, recuerda sacar tiempo para descansar, recobrar fuerzas y dejar días apartados, sin ningún tipo de planificación, precisamente para que pueda surgir la espontaneidad. Si planificas, todo se simplifica. Una buena organización y distribución de tus días libres te ayudará a disminuir los niveles de ansiedad y a luchar contra la sensación de que estás ¨perdiendo el tiempo¨, cuando realmente estás recargando energías para volver con más ánimo a la rutina.
Nada pendiente
Dentro de tu planificación, también debes considerar los días previos a tus vacaciones. Finaliza todos tus proyectos y tareas pendientes para no llevarte un disgusto más tarde. Imagina la siguiente situación: te encuentras en un hotel, disfrutando del día en la playa y del sonido de las olas rompiendo contra la orilla. De repente, recuerdas que no enviaste un correo sumamente importante a un cliente de prioridad y no dispones de la información necesaria para poder elaborarlo por tu cuenta. Tienes dos opciones: puedes esperar a la vuelta al trabajo para gestionarlo o puedes llamar a un compañero para que te eche un cable. De cualquier manera, sales perdiendo: tener cosas pendientes ocupa espacio en la mente y no te permite disfrutar del momento, ya que estarás pensando en todo menos en relajarte. Lo más aconsejable es hacer una lista con tus responsabilidades, priorizando lo urgente sobre lo importante.
Desconexión digital
“Adiós al mundo virtual, bienvenido mundo real”. La desconexión digital es esencial para reconectar con nosotros mismos y con nuestro alrededor. En la actualidad, la vida es aquello que ocurre mientras estamos viendo una pantalla: la del ordenador de la oficina, la del móvil durante una videollamada, la del televisor mientras vemos las noticias y hasta la del restaurante, en donde aparecen las opciones del menú del día. La digitalización, la inmediatez y la conexión constante de las nuevas tecnologías tienen claras ventajas, pero a la hora de relajarnos, no son de mucha utilidad. Puede que la idea de ¨desconectarte¨ te suene irresponsable o te intimide, pero estar constantemente conectados en un mundo irreal nos desconecta de nuestra realidad corpórea y próxima. ¿No has estado en un paso peatonal viendo la pantalla de tu móvil mientras esperas con ansias la llegada de un mensaje importante, y el despiste es tal que no te das cuenta de que la luz está verde y ya puedes cruzar? Toma el consejo: atrévete a hacer un detox digital este verano. Minimiza el tiempo frente a las pantallas. Lee un libro físico (no electrónico), camina en medio de la naturaleza (da de baja la membresía del gimnasio), escribe con lápiz y en papel (evita la digitalización), deja el portátil en casa (no lo necesitarás) y queda con tus amigos en persona (pausa las videollamadas). Pon el móvil en modo avión y vuela lo más lejos que puedas.
Nuevos hábitos
Romper con la rutina y probar nuevas experiencias es el antídoto de la monotonía. ¿Qué mejor momento que tus vacaciones de verano para enfrentar nuevos desafíos? Introducir novedad a tu vida no solo comprende el aprendizaje de una habilidad o el descubrimiento de un interés, sino que por el mero hecho de entrenar la mente en algo novedoso, favoreces tu estado cognitivo. El cerebro es un músculo y debe ejercitarse para fortalecerse. Muchas veces puedes realizar tus actividades diarias en automático. Una actividad novedosa te obliga a prestar atención, a concentrarte en lo que está ocurriendo delante de ti y a desconectar de todo lo que no sea relevante en el momento. ¿A qué esperas? Apúntate a esa clase, participa en ese deporte que siempre has querido probar, aprende un nuevo idioma o introduce un nuevo pasatiempo a tu vida. Te podrías llevar una grata sorpresa.
Regreso gradual
A todos nos ha pasado: el primer día de vuelta a la rutina es estresante. Hay muchos cambios que procesar y una montaña de correos por leer. Parece como si el mundo se hubiera detenido solo para ti y ahora te toca apurar y alcanzar la velocidad a la que andan todos los demás en tiempo récord. El estrés que puede causar este ¨maratón¨ al sistema es lo que nos lleva a temer la vuelta de vacaciones. Las vacaciones llegan a su fin y el siguiente inicio (el regreso a la rutina) no suele empezar con buen pie. En vez de intentar gestionar todo de un tirón, empieza a introducir aspectos de tu rutina paulatinamente unos días antes de que finalicen tus vacaciones. Esto evitará que te sientas abrumado, porque podrás procesar toda la información con calma y estarás más enterado de todos los acontecimientos en el primer día de regreso.
En resumen, debemos priorizar nuestra salud mental y poner en práctica hábitos que beneficien nuestro bienestar general. Después de todo, el trabajo es importante, pero no lo es todo. La calidad de vida de una persona se mide por varios factores y entre ellos, priman el bienestar físico y emocional. Los seres humanos no somos máquinas, no solo merecemos descansar, sino que es imprescindible que lo hagamos. Al final, la vida es caminar sobre una cuerda floja: es fundamental estar en movimiento y aproximarnos paso a paso a nuestra meta, pero esto es imposible si antes no mantenemos un balance.
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