El Foro Recursos Humanos, fundado y dirigido por Francisco García Cabello, tiene el honor de estrenar el año 2019 con una nueva sección a cargo del experto Tomás Pereda, bajo el título: “Nosotros los de entonces, seguimos siendo los mismos”.
La presentación de esta nueva sección, se llevó a cabo en el primer programa del Foro Recursos Humanos y en él, Tomás Pereda, quien se incorpora a partir de ahora con nosotros para esta nueva sección, nos contó el origen del título de esta sección, y nos dejó un comentario para reflexionar.
La fascinación y el vértigo ante los enormes avances científicos y tecnológicos que estamos presenciando nos pueden conducir al espejismo de pensar que estamos ante un nuevo ser humano, singular respecto a su historia.
Hace años, el profesor Emilio Lamo de Espinosa apuntó la importancia de diferenciar la información, ciencia y sabiduría, como modos del conocimiento, pero de muy distinto alcance y desarrollo. La información nos proporciona datos, nos dice lo que es y cómo es lo que es. Es accesible, inabarcable y crece exponencialmente. La ciencia es un saber que me muestra qué puedo hacer. Sabemos cada vez más y mejor cómo producir conocimiento científico y tecnológico que nos está llevando a la cuarta revolución industrial. El conocimiento científico crece y se renueva cada 15 años, exento de valores, acelerándose exponencialmente los últimos tiempos. Y, por último, tenemos a la sabiduría, una forma de saber superior a la información y a la ciencia, que me responde a la pregunta qué debo hacer, que trata de enseñarme a vivir y que me muestra, entre todas las opciones, lo que merece ser hecho.
La paradoja es que, en contraste al crecimiento exponencial de la información y la ciencia, la sabiduría de que disponemos hoy no es mucho mayor de los tiempos de Aristóteles y Seneca, y mantienen el mismo valor que cuando fueron publicadas.
Cada vez sabemos más qué podemos hacer, pero prestamos menos atención a qué debemos hacer.
Vienen tiempos apasionantes en los que, como Roy Batty, el replicante de Blade Runner, veremos cosas increíbles cerca de la puerta de Tannhäuser. A mayor avance tecnológico y científico, mayor necesidad de sabiduría para una naturaleza humana que en su esencia sigue siendo la misma para la que escribió Aristóteles.
Tomando prestado el verso de Neruda, nosotros, los de entonces, seguimos siendo los mismos.
Y esta es mi pregunta: ¿Nuestra esencia, como seres humanos, ha evolucionado significativamente en los últimos siglos?
Abro el debate y te invito a que participes a través de www.fororecursoshumanos.com; Twitter: @ForoRRHH; Linkedin y el correo del Foro Recursos Humanos: redaccion@Fororecursoshumanos.com