Cuando realizamos un viaje de larga duración o decidimos cambiar de país donde trabajar o vivir, uno de los principales aspectos a tener bajo control es el conocimiento sobre su sistema de salud y las garantías y prestaciones que ofrece a los expatriados, ya que, con mayor o menor gravedad, la necesidad de asistencia médica puede aparecer en cualquier lugar y momento.
Independientemente de los sistemas de salud generales -que se explicarán más adelante-, un ciudadano puede optar siempre por combinarlo con un sistema de salud privado, siendo recomendable apoyarse en especialistas que le expongan y asesoren en el gran abanico de posibilidades existentes dentro de los seguros médicos.
Globality Health -perteneciente al grupo Munich Re- es una aseguradora médica internacional con experiencia especializada en personas que viven, estudian o trabajan en el extranjero, y que garantiza el conocimiento de las diferentes normativas vigentes y la prestación de servicios las 24 horas del días y los 365 días del año, con libre elección de médico y hospital.
A través de su red asistencial asesora a las personas en cada país sobre los diferentes sistemas de salud y su forma de uso, apoyándose en la infraestructura médica de cada una de las regiones locales y dando soporte y orientación a las personas que llegan a los países, a menudo sin saber el funcionamiento del sistema de salud.
Modelos básicos de salud
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define ‘Sistema de Salud’ como “la suma de todas las organizaciones, instituciones y recursos cuyo objetivo principal consiste en mejorar la salud de las personas”.
De ese modo, requiere de personal cualificado, financiación, información, suministros, transportes y comunicaciones, así como una orientación y una dirección generales.
Además, tiene que proporcionar buenos tratamientos y servicios que respondan a las necesidades de la población y sean justos desde el punto de vista financiero.
El fortalecimiento de los sistemas de salud y el aumento de su equidad son estrategias fundamentales para luchar contra la pobreza y fomentar el desarrollo de un país, según la OMS, por lo que conocer sus implicaciones y los tipos de sistemas que se pueden aplicar es de gran importancia.
1) Modelo Beveridge: el cuidado de la salud se provee por el Gobierno a través de una partida en los Presupuestos y se financia mediante impuestos a todos los ciudadanos.
Los hospitales son públicos, los médicos son funcionarios y los médicos privados cobran también del propio Gobierno.
La Salud Pública del país es planificada por el Estado. Este sistema es el que utilizan países como Reino Unido, cuyos ciudadanos nunca llegan a recibir una factura del médico.
Además, el Gobierno controla que pueden cobrar y hacer los doctores.
2) Modelo Bismarck: el Estado garantiza las prestaciones mediante cuotas obligatorias financiadas por empresas y trabajadores, quienes pagan un seguro obligatorio que cubre un fondo o cajas de seguro obligatorio, también para aquellos que no cotizan.
Es decir, quienes trabajan cubren a todos los ciudadanos, aunque los hospitales tienden a ser privados.
La red de salud pública queda en manos del Estado y las instituciones hospitalarias reciben un presupuesto global.
En algunos países, los fondos de salud están altamente regulados para garantizar la cobertura universal, funcionando casi como un seguro público de salud. Este sistema es el que se utiliza en países como Alemania, Francia, Bélgica, Japón o Suiza.
3) El Sistema de Salud Nacional: se trata de un sistema combinación de los dos anteriores. Los proveedores son privados, pero el pago lo realiza el Gobierno a través de un sistema de seguros obligatorio para el ciudadano.
Es un sistema centralizado, regionalizado y jerarquizado, financiado con impuestos a través de los presupuestos estatales o regionales.
El acceso a la asistencia sanitaria es un derecho, por lo que se tienen un acceso universal y gratuito (salvo algunos servicios que conllevan copagos).
Es el caso de España, donde la macrogestión sanitaria se realiza desde la Administración mediante las competencias transferidas en materia sanitaria a cada Comunidad Autónoma.
Un modelo que convive con otros, como el concertado, el privado o el de fundación.
En base a este modelo, cada Comunidad Autónoma puede aumentar la equidad y corregir las disfunciones sanitarias.
El objetivo es asegurar la igualdad (reparto y cohesión), administrar los recursos adecuadamente, promocionar la salud pública (prevención y seguridad sanitaria) y asegurar la prestación sanitaria con una cartera de servicios definida.
4) El modelo Liberal: sólo los países industrializados y desarrollados cuentan con los modelos anteriores de salud.
La mayoría de las naciones del planeta son demasiado pobres o poco desarrolladas para proveer de un sistema sanitario. Regiones rurales de África, India o China cuentan con este tipo de modelo, en el que los proveedores de servicios lo hacen en términos de rentabilidad económica, y no de salud pública.
El caso de América es complicado, ya que integra un conjunto de varios modelos, construyendo un sistema fragmentado. Por una parte es liberal, ya que cada persona se lo tiene que pagar.
Cuando comienzan a trabajar, podría decirse que es el modelo Bismark, ya que se pueden permitir pagar un seguro médico que les cubre sus necesidades. Para el resto de población que no trabaja, es como si vivieran en la India rural, ya que no pueden permitirse enfermos en ese momento de desempleo.
Los centros de Globality Health repartidos en todo el mundo trabajan sobre una plataforma común que facilita la uniformidad de los procesos y, por tanto, el mismo nivel de servicio para todos los clientes internacionales.
La tarjeta de asegurado Globality Service Card identifica al usuario como paciente privado ante médicos, farmacéuticos, hospitales y otros profesionales sanitarios.
De ese modo, la aseguradora apoya al expatriado y a su familia en el país de destino independientemente de los diferentes entornos y escenarios en los que se desarrolle el sistema sanitario, teniendo en cuenta las regularizaciones legales a nivel local y explicando todo tipo de implicaciones, un aspecto que facilita la capacidad de elección de los asegurados.
Por otro lado, cabe destacar que estos servicios además se traducen en una ventaja competitiva para las empresas, ya que la salud es un tema prioritario para los empleados y, ahora mismo, clave en la retención y captación de talento, así como en el posicionamiento frente a otras compañías a nivel internacional.
**Redacción: Tatiana Márquez