El estrés es una de las afecciones más comunes hoy en día. Si se produce de forma prolongada, puede desencadenar problemas para dormir o afectar al sistema inmunitario, digestivo, cardiovascular y reproductivo. También se puede correr un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad mental, como un trastorno de ansiedad o depresión, según afirma el Instituto Nacional de Salud Mental de EEUU.
En este sentido, cabe destacar que son las glándulas suprarrenales las responsables de responder a situaciones de estrés aumentando la secreción de cortisol. Cuando experimentamos estrés a largo plazo, los altos niveles de esta hormona pueden llevar a agotamiento físico y mental, a fatiga constante, al aumento de peso, a la mala función digestiva, a la inflamación crónica, a un sistema inmunitario empobrecido y a desequilibrios hormonales que pueden perjudicar incluso la fertilidad y la libido, según indican expertos de Superlativa Botanicals.
Pequeños cambios en nuestros hábitos y en nuestro día a día pueden revertir el camino del estrés permanente. Por eso, desde Superlativa, detallan una serie de prácticas que nos ayudarán a controlar el estrés:
- Cuida la alimentación. Aunque cuidar lo que comemos es imprescindible para todo en nuestra vida, una alimentación equilibrada estabiliza los niveles de azúcar en sangre y ayuda a disminuir los efectos del cortisol alto. Incluye verduras, grasas saludables y proteínas de calidad en las comidas. Además, intenta introducir en tu dieta canela y cúrcuma, pueden ayudar a optimizar los niveles de azúcar en sangre y tienen un efecto antiinflamatorio. Evita el azúcar simple y el alcohol. Dedícale tiempo a aprender a alimentarte.
- Necesitas un sueño reparador. La calidad del sueño es vital para recuperarse de cada día. No dormir lo suficiente puede alterar el funcionamiento del cuerpo y puede acabar afectando a la producción de cortisol. Para conseguirlo, lo más recomendable es tener una rutina de sueño: ser regular en los horarios de ir a dormir y levantarse, evitar cenas copiosas y bebidas estimulantes y crear un ambiente donde te sientas cómodo y puedas obtener un sueño tranquilo y reparador.
- Mantén tu cuerpo activo. La actividad física te permitirá liberar la tensión del cuerpo, aumentar el oxígeno a tu cerebro y contrarrestar lo que la hormona del estrés provoca. Puedes probar con la rutina que mejor te funcione, por ejemplo, entrenando en casa ejercicios de fuerza si no tienes tiempo o realizando actividades para aumentar el ritmo cardíaco como correr, nadar, ciclismo, etc.
- La meditación u otras técnicas de respiración ayudan a estimular el sistema nervioso. Para momentos puntuales de mucho estrés, respira profundamente 10 veces y así conseguirás contrarrestarlo. Repítelo todas las veces que necesites.
Fuente: Superlativa Botanicals.