Salir de la rutina e irse a descansar es necesario para continuar con la rutina de una manera sana y productiva, por ello es muy importante desconectar en vacaciones para poder coger fuerzas. Sin embargo, un estudio elaborado por Adecco pone de manifiesto la dificultad de lograr esa desconexión.
Concretamente, solo 6 de cada 10 trabajadores dice desconectar en vacaciones por completo, mientras que un 39,3% no lo consigue. Dentro de este porcentaje, el 8,2% dice no desconectar en absoluto y el 31,1%, logra desconectar, pero no lo suficiente.
¿Y por qué no se consigue desconectar en vacaciones? Un 34,2% de los encuestados alega que solo puede disfrutar de dos semanas consecutivas de descanso, mientras que un 11,3% tiene, como mucho, una semana de vacaciones en verano. Tan solo un tercio de los trabajadores puede irse tres semanas consecutivas de vacaciones en verano.
Otro de los motivos es el teléfono móvil. 6 de cada 10 trabajadores dice consultar el correo electrónico de empresa cuando debería estar descansando, y el 52,4% lo hace una o dos veces al día. Además, el 59,8% reconoce atender llamadas de trabajo aun estando de vacaciones.
“La tecnología es la gran aliada para compaginar la vida personal y profesional a través de medidas como el teletrabajo, horarios más flexibles y otras fórmulas parecidas, pero también, en algunos casos, nos hace dependientes de nuestro trabajo y nos impide desconectar completamente de nuestras tareas laborales incluso en periodos de descanso. Desde hace un año, el artículo 88 de la LOPD establece el derecho a la desconexión digital con el objetivo de garantizar el respeto a los tiempos de descanso, permisos y vacaciones, aunque los datos de la encuesta parecen contradecir el ejercicio de este derecho”, recuerda Carlos Viladrich, director de Recursos Humanos del Grupo Adecco.
“Es muy importante que, tanto trabajadores como empresas, como la sociedad en general, entendamos la importancia de desconectar en los periodos de vacaciones para poder continuar siendo eficientes en nuestro trabajo, sin tener que renunciar a disfrutar de nuestro tiempo libre”, concluye Viladrich.