ADiReLab ha organizado en colaboración con Howden y Quirónprevención una jornada absentismo, uno de los grandes retos para las empresas en el momento actual. Diferentes profesionales han abordado soluciones y posibles estrategias para lograr reducir la tasa de ausencias laborales, incluida la importancia de invertir en el bienestar de las personas.
Antonio de la Fuente, presidente de ADiReLab y director corporativo de Personas, Cultura & Talento de Air Europa, dio la bienvenida a los asistentes a este encuentro en el hotel NH Eurobuilding de Madrid junto a Gabriel Pérez, director Comercial y Red de Quirónprevención; yAna Matarranz, Managing director de Howden Iberia.
Experiencias prácticas y planes de gestión y control
La primera mesa de la Jornada ha sido moderada por Gabriel Pérez, quién ha presentado a los tres ponentes: Luis Iglesias, director del Área de Absentismo Laboral en Q-ready, compañía especializada en gestión del absentismo de Quirónprevención; Patricia Sanz, directora de Relaciones Laborales de Repsol para España y Portugal; y Alberto Santos, director de Relaciones Laborales de Prosegur.
Todos ellos han coincidido en su preocupación por la evolución creciente del absentismo y Luis Iglesias ha compartido cifras que efectivamente reflejan esa tendencia. En los últimos 20 años el absentismo ha demostrado una línea creciente de forma sostenida, duplicando el índice de 2020 hasta el de 2023 con especial aumento en los últimos ejercicios.
La pérdida de salud supone más de un 77% de las horas perdidas y los indicadores demuestran que los procesos de incapacidad laboral temporal (IT) están creciendo en número con incrementos del 36% (2021-2023T3) y también en duración. El número de procesos con duración superior a 365 días resulta muy sobresaliente, superando los 100.000 casos en septiembre del 2023.
Esto supone en primer lugar un sufrimiento para la población trabajadora que implica que más de 1,4 millones de empleados no asistan a su puesto de trabajo diariamente. Y en términos de competitividad supone un coste directo para la empresa de más de 11.000 millones de euros y de 25.000 millones si consideramos también el correspondiente para el sistema en el 2023.
Patricia Sanz ha querido destacar el impacto de este absentismo en la organización, eficiencia y productividad del trabajo, haciendo alusión a cómo «el absentismo llama al absentismo» de forma que se crea una espiral en la que solo un análisis y una gestión integral del mismo será capaz de frenarlo.
Alberto Santos, por su parte, ha manifestado la importancia de contar con un sistema legislativo en pro de una gestión del absentismo eficaz, que permita fortalecer el sistema público de salud para reducir los tiempos de baja. Además señala la dificultad de hacer frente a este fenómeno en determinadas empresas con casuísticas como Prosegur, que requieren de instituciones públicas que acrediten a su fuerza de trabajo antes de incorporarla en plantilla.
«Pese a que los datos son alarmantes y no parece que vayan a mejorar durante los próximos meses, sí existen estrategias para frenar su crecimiento tanto a nivel país, como a nivel de gestión por parte de las compañías, poniendo el foco en la promoción y seguimiento de la salud con acciones que verdaderamente impacten», apuntó Luis Iglesias.
Salud mental y bienestar
La segunda mesa redonda se centró en uno de los aspectos en los que más atención se está poniendo dentro de las organizaciones: el cuidado de la salud de los empleados.
Ana Matarranz fue la encargada de conducir una conversación que contó con la presencia de Fran Murcia, Wellbeing global director de Howden; Cristina Gutiérrez, directora de Gestión de Personas en la Asociación Española Contra el Cáncer; y Hugo García, director corporativo de Seguridad, Salud y Bienestar en Air Europa.
Entre las conclusiones que extrajeron destaca el hecho de que las organizaciones están adoptando un enfoque más holístico para promover el bienestar de sus empleados, reconociendo la importancia de crear entornos laborales que fomenten la salud y de forma indirecta reduzcan las tasas de absentismo. De esta forma se están impulsando políticas de bienestar y cuidado de las personas para construir entornos libres de estrés y riesgos psicosociales en donde se activen actuaciones de protección del bienestar físico, psicológico, económico y social.