Recientemente se conocieron los resultados del 50 Índice ManpowerGroup, publicado por la líder mundial en soluciones innovadoras en la estrategia de talento. Concretamente, se estima que de aquí a 2026 se crearán cerca de 2,6 millones de nuevos puestos trabajo, de los cuales 1,1 millones serán profesionales y técnicos de apoyo, y 560.000 trabajadores cualificados.
El empleo entre profesionales del derecho, ciencias, salud y las TIC, así como el de técnicos del sector sanitario y ventas aumentará considerablemente. En sanidad, comercio y restauración también crecerá el empleo, aunque en menor medida, mientras que en el resto de categorías se producirá un descenso, pasando de aportar el 5% del empleo en 2011 al 2,5% en 2026.
«El mundo vive una transformación inédita a una velocidad sin precedentes con un nivel de cambios competenciales acelerado mientras que un 45% de posiciones quedan desiertas. Por eso, empresas, instituciones y gobiernos deben construir talento e impulsar un pacto por la educación y la empleabilidad que garantice la entrada en el mercado de los jóvenes y actualice a aquellos profesionales que sufrirán un impacto en su empleo por los cambios tecnológicos«, explicó Raúl Grijalba, managing director de la región mediterránea de ManpowerGroup, durante la presentación del estudio.
Por su parte José Luis Bonet, presidente de la Cámara de España recordó que «la economía española necesita vincular estrechamente el sistema educativo con las necesidades competenciales que las empresas buscan en el mercado laboral, mejorando tanto la empleabilidad de las personas como la competitividad de nuestro tejido productivo y el bienestar colectivo». Por ello, defiende «la necesidad inaplazable de un Pacto de Estado por la Educación, la Formación y el Empleo, con medidas orientadas de modo urgente y principal a la disminución del desempleo y a la estabilidad y mejora del sistema educativo».
Finalmente Josep Oliver, autor del estudio y Catedrático emérito de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona, comentó que «hay dos aspectos relevantes, la dinámica de la población en edad de trabajar, sin la que es imposible comprender el choque inmigratorio, y la adecuación del sistema educativo a las necesidades del tejido productivo. Ambos elementos se refuerzan mutuamente, porque no es solo que las generaciones de menor edad hayan perdido un importante volumen de sus efectivos, y vayan a continuar perdiéndolos la próxima década, sino que también son relevantes las transformaciones en su calificación educativa«.