Wobi, organizador del evento I am a Story Maker el 5 y 6 de octubre, ha realizado una encuesta a más de 400 ejecutivos españoles para saber más sobre el origen y el valor de las ideas en el lugar de trabajo. Aunque la práctica totalidad de ejecutivos españoles encuestados afirma que alguna vez ha propuesto nuevas ideas a su compañía, un 51% reconoce que el miedo al rechazo y no tener tiempo para pensar se convierten en verdaderos frenos. Además, 9 de cada 10 encuestados afirma que la propuesta de iniciativas concierne a todos los empleados de una compañía y 8 de cada 10 declara que las empresas para las que trabajan cuentan con canales de recogida de ideas.
A la hora de designar los canales que consideran que favorecen más la innovación y creatividad, casi la mitad de los encuestados prefiere las reuniones entre equipos diferentes, en lugar de solo con su propio equipo, casi 3 de cada 10 (27%) valoran muy positivamente la comunicación constante de cada proyecto mientras que otras opciones obtienen porcentajes más bajos: las reuniones periódicas de equipo (11%), la celebración de concursos o competiciones entre empleados (9%) y las solicitudes específicas de los directivos (5%).
Por otra parte, el sondeo revela que el 90% de los encuestados se sienten muy o bastante cómodos a la hora de proponer algo nuevo a un superior. A pesar de esto, la mayoría de ellos reconocen la existencia de frenos, muchos de los cuales se los atribuyen a ellos mismos. Para el 39%, el principal problema es que su compañía no siempre favorece las propuestas; un 26% se refiere al miedo al rechazo como su principal obstáculo; el 25% afirma que no tiene tiempo para pensar nuevas ideas; y 1 de cada 10 ejecutivos reconoce que no suele tener ninguna idea que proponer a la compañía.
Por último, la encuesta de Wabi señala que la práctica totalidad de los ejecutivos encuestados ha propuesto alguna vez ideas a su compañía para hacer las cosas de manera diferente (95%) pero esto no siempre les ha reportado beneficios. De hecho, 6 de cada 10 solo obtuvieron reconocimiento profesional, 3 de cada 10 no recibieron ningún tipo de reconocimiento, y tan solo uno fue compensado profesional y económicamente. Las cifras se mantienen muy similares en el caso de que la idea propuesta por el empleado finalmente fuese aplicada en la empresa. Sigue predominando el reconocimiento profesional (66%) frente al económico (9%). El 25% dice no haber recibido nada a cambio, porcentajes diferentes según contesten hombres (14%) o mujeres (25%).