Lo que va de 2024 está resultando un año de transformaciones en diferentes direcciones ante las que las direcciones corporativas deben estar preparadas. El ‘Forecast Corporate Affairs 2024: Activismo corporativo para un año retador’ viene a recoger las diferentes tendencias y desafíos a los que se enfrentarán las organizaciones en los próximos meses.
Los hallazgos de este trabajo de prospectiva nos llevan a reclamar la imperiosa necesidad de que la alta dirección empresarial amplíe su presencia social para conectar mejor con el momento que vivimos. La geopolítica convertida en una cuestión económica, la disrupción de la Inteligencia Artificial (IA), así como la inquietante polarización exigen una agenda empresarial nueva y pegada a la nueva realidad. De otra manera los clientes, los empleados y la sociedad se irán alejando de las empresas.
El impacto de la Inteligencia Artificial en el futuro del trabajo
La Inteligencia artificial (IA) está transformando rápidamente el panorama laboral, con profundas implicaciones para empresas y trabajadores por igual. Según el informe ‘Forecast Corporate Affairs 2024’ de LLYC, este año será clave para la adopción generalizada de la IA, que se prevé que impactará en casi todos los sectores y ámbitos de la actividad empresarial.
La irrupción de la IA Generativa
El año pasado, la aparición de ChatGPT marcó un hito en el desarrollo de la IA generativa, alcanzando los 100 millones de usuarios en tan solo dos meses, un ritmo de crecimiento sin precedentes incluso para plataformas como TikTok o Instagram.
Este avance tecnológico augura que en 2024 la IA generativa se convertirá en una herramienta clave para los directivos, quienes cada vez más la integrarán en sus estrategias de relacionamiento con clientes y automatización de procesos.
Impacto en el empleo
La irrupción de la IA tendrá un impacto significativo en el mercado laboral, con la desaparición de empleos de «poco valor añadido» y la necesidad de adaptación y evolución de las empresas. Según el informe, «los trabajos con poco valor añadido irán desapareciendo, habrá cambios, evolución y transformación».
Incluso los altos cargos no estarán exentos de estos cambios, ya que el CEO de Cisco ha advertido que no invertirá en empresas cuyos directivos no tengan una estrategia clara para la IA generativa.
Retos y oportunidades para las empresas
La adopción de la IA plantea en las compañías tanto retos como oportunidades. Por un lado, deberán enfrentar los desafíos de la ciberseguridad y la posible alteración de la conciencia de sus públicos objetivos por parte de algoritmos. Por otro, la IA les brindará herramientas poderosas para la automatización de procesos, el análisis de datos y la toma de decisiones.
Según la encuesta realizada por LLYC, el 63% de los directivos considera clave la integración de soluciones de IA para relacionarse con sus clientes, y el 70% apuesta por la IA para la automatización y la toma de decisiones basada en datos. Esto demuestra que la IA se ha convertido en una prioridad estratégica para las empresas.
Implicaciones sociales y regulatorias
Más allá del impacto en las empresas, la expansión de la IA también tendrá importantes repercusiones sociales y regulatorias. En 2024 se espera la ratificación de la nueva normativa europea sobre los usos de la Inteligencia Artificial, lo que obligará a los cargos públicos y a los directivos a reflexionar sobre cómo afectará a sus empleados y ciudadanos.
Una de las principales preocupaciones será la protección de los derechos humanos, tanto de los trabajadores como de los clientes y ciudadanos, frente a los posibles abusos de los algoritmos. Asimismo, la amenaza de que la IA pueda alterar la conciencia del público será una de las principales inquietudes.
El papel de los líderes
En este contexto de cambios acelerados, el papel de los líderes empresariales será fundamental. Deberán demostrar capacidad de adaptación, agilidad y anticipación para aprovechar las oportunidades que ofrece la IA y mitigar los riesgos asociados. Según el informe de LLYC, «la resiliencia se ha convertido en un requisito para todos los equipos» y «la clave del éxito no es únicamente un plan estratégico sólido, sino tener la capacidad de adaptarlo a las necesidades cambiantes, pensando en clave de futuro».
Los líderes deberán adoptar un enfoque proactivo y decidido, utilizando herramientas como la IA para mapear los riesgos y diseñar estrategias que les permitan prosperar en este nuevo contexto.