La fuerza laboral sénior ha adquirido una importancia estratégica, teniendo en cuenta que España envejece a un ritmo imparable. Sin embargo, se produce una contradicción: las personas mayores de 55 años siguen encontrando barreras mayúsculas en el proceso de búsqueda de empleo.
«Se trata de un contrasentido que urge revertir, si queremos que nuestro Estado del Bienestar sea sostenible en el tiempo. Contamos con profesionales sénior que están en la plenitud de su carrera, con inmensas capacidades y cuya contribución es esencial para la competitividad del país. En este sentido, no es de recibo que su desempleo se cronifique hasta el punto de enganchar directamente con la jubilación. Muy al contrario, hemos de garantizar que, si quieren y necesitan trabajar, solo encuentren facilidades para hacerlo«, destaca Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.
Por otra parte, el directivo insta a las personas sénior en desempleo a no desistir en el empeño y a no dejar de formarse y actualizarse: «El nuevo mercado laboral exige aprendizaje permanente y una apertura continua hacia nuevos canales y fórmulas de búsqueda de empleo. No podemos conformarnos con nuestra formación de base, sino que hemos de adquirir nuevas habilidades para adaptarnos a las demandas cambiantes y mantenernos competitivos en la búsqueda de empleo. Este continuo reciclaje, unido a una actitud favorable, son los ingredientes clave para encontrar una oportunidad profesional«.
Bajo estas premisas y, por decimoquinto año consecutivo, el Observatorio de la Vulnerabilidad de la Fundación Adecco presenta el informe #TuEdadEsUnTesoro, un análisis cuyo objetivo es visibilizar la importancia de la fuerza laboral sénior, en un contexto de envejecimiento sin precedentes en el que la media de edad de los profesionales es cada vez mayor.
El presente trabajo basa sus conclusiones en una encuesta a 600 personas en búsqueda activa de empleo, que tienen 55 años o más, de los cuales 100 son de la Comunidad de Madrid así como en la explotación y análisis de los datos más relevantes de la Encuesta de Población Activa, en lo que se refiere a la población sénior.
Profesionales sénior: una valiosa y vital fuerza laboral en crecimiento
Actualmente, las personas trabajadoras en España tienen una edad media de 43 años y las previsiones apuntan a que esta cifra irá en aumento. El imparable envejecimiento de la población es el principal responsable de esta tendencia: según proyecciones del INE, para 2028 se prevé que la media de edad de la población activa en España supere los 50 años.
Los principales indicadores estadísticos dan cuenta de esta realidad. En el primer trimestre de 2023, la población activa —personas que tienen trabajo o lo buscan— ha anotado un porcentaje de personas de 55 años y más que asciende al 20% en la Comunidad de Madrid (712.300 activos de 55 años y más, de un total de 3.623.400), frente al 13% de hace una década.
Actualmente, las personas trabajadoras en España tienen una edad media de 43 años y las previsiones apuntan a que esta cifra irá en aumento. El imparable envejecimiento de la población es el principal responsable de esta tendencia: según proyecciones del INE, para 2028 se prevé que la media de edad de la población activa en España supere los 50 años.
Los principales indicadores estadísticos dan cuenta de esta realidad. En el primer trimestre de 2023, la población activa —personas que tienen trabajo o lo buscan— ha anotado un porcentaje de personas de 55 años y más que asciende al 20% en la Comunidad de Madrid (712.300 activos de 55 años y más, de un total de 3.623.400), frente al 13% de hace una década.
Más allá de su creciente presencia en la fuerza laboral de nuestro país, y dejando a un lado los datos cuantitativos, “hay que hacer hincapié en lo cualitativo, en el valor profesional que atesoran, ya que, huyendo de estereotipos, a menudo ven reforzadas cualidades como la madurez, el pensamiento crítico, la resolución de conflictos o la templanza”- destaca Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.
La gran paradoja: dobles barreras de acceso al empleo
A pesar de que las personas sénior tienen un peso dominante en la esfera laboral, sus barreras de acceso al empleo siguen siendo dobles. En primer lugar, debido a la fuerte incidencia de creencias estereotipadas que asocian a los profesionales mayores de 55 años con capacidades obsoletas, menor flexibilidad o mayores exigencias salariales. En segundo lugar, debido a un insuficiente acompañamiento de las personas sénior en desempleo: a menudo, pierden su trabajo tras mucho tiempo en la misma empresa o después de largos periodos de inactividad, con lo que no están familiarizados con las nuevos estrategias, canales y fórmulas de búsqueda de empleo, necesitando una actualización de competencias para poner en valor sus capacidades.
Estas mayores dificultades de acceso al empleo entre la población sénior se reflejan en el porcentaje de desempleo crónico. En el primer trimestre de 2023, 326 400 personas de 55 años o más superan el año sin trabajo, según la EPA. En otras palabras, el 57,8% de los desempleados sénior es de larga duración. Un porcentaje que se reduce al 41,7% para el resto de edades.
Cuando la necesidad apremia: razones de los sénior para encontrar empleo urgente
La presente encuesta ha permitido detectar las principales preocupaciones de las personas mayores de 55 años, derivadas de su situación de desempleo. Estas inquietudes se concretan en las siguientes:
- Cobertura gastos básicos inmediatos. Esta es la principal preocupación para el 87,1% de las personas encuestadas en la Comunidad de Madrid.
- Proximidad a la jubilación. El 45,1% de los desempleados mayores de 55 años en la Comunidad de Madrid teme no poder acumular las cotizaciones necesarias para alcanzar una pensión adecuada o para cumplir con los requisitos de tiempo de cotización establecidos por la Seguridad Social.
- Autoestima y sentido de propósito. Las personas mayores de 55 años en desempleo, especialmente si éste es de larga duración, necesitan recuperar esa sensación de valía personal y el 41,9% ve en el empleo un instrumento para alcanzar esta autorrealización.
- Salud mental. El 38,7% de las personas encuestadas en la Comunidad de Madrid destaca los efectos psicológicos del desempleo, que puede conducir a situaciones de depresión, ansiedad o aislamiento social.
Escasa confianza en el mercado laboral
La urgente necesidad de encontrar un trabajo no se ve correspondida con la confianza laboral de las personas sénior. De hecho, cerca de la mitad (48,4%) cree que, superados los 55 años, ya no volverá a encontrar empleo estable y que pasará, directamente, del desempleo a la jubilación.
Por otra parte, un 10,2% sí cree que encontrará una ocupación sostenible en el tiempo, pero que tardará en hacerlo más de un año. Es también muy ilustrativa la dificultad para acceder a los procesos de selección que presentan las personas sénior. De hecho, el 37,3% de los encuestados manifiesta no haber realizado ninguna entrevista de trabajo en el último año. Unas dificultades que se ven reflejadas en el sentimiento mayoritario de las personas encuestadas: preguntadas por la existencia de edadismo, o discriminación laboral por edad, la respuesta es rotunda: el 92,9% considera que existe un rechazo, explícito o implícito, a las candidaturas de los profesionales mayores de 55 años, prefiriendo los empleadores apostar por trabajadores jóvenes, ante la creencia de que son más flexibles a nivel físico y mental.
Propuestas para la inclusión laboral de las personas mayores de 55 años
Propuestas para la Administración Pública
- Refuerzo de las políticas activas de empleo
- Vinculación de subsidios y prestaciones a programas de empleabilidad
- Envejecimiento activo y prolongación de la vida laboral
- Refuerzo de las medidas transitorias hacia la jubilación
Propuestas para las empresas
- Incorporar el talento sénior en el cuadro de mando de la organización
- Voluntariado corporativo como herramienta para conectar a las distintas generaciones
- Políticas de Talento sin etiquetas
- Impulsar la formación de los trabajadores sénior
Recomendaciones para las personas sénior en desempleo
- Tener claro el nuevo paradigma: el inmovilismo ya no existe y la digitalización es presente y futuro
- Flexibilidad
- Poner en valor habilidades blandas vinculadas al talento sénior
- Actitud positiva