Para averiguarlo Great Place to Work, referente internacional en consultoría de investigación y gestión de alta dirección, ha elaborado un estudio donde, entre otras cosas, se revela «un hecho demoledor y es que más del 50% de los líderes de las compañías con las que trabajamos nunca aspiraron a ser líderes de personas», tal y como explica Nicolás Ramilo, director general de Great Place to Work España.
Estos son los cinco tipos de líderes que hoy en día existen en las organizaciones, según Great Place to Work:
- El líder involuntario. Nunca se propuso ser el líder, carece de habilidades para motivar e inspirar a su equipo, un grupo de empleados y no de personas, según su forma de verlo, que no escucha y normalmente resuelve sus frustraciones alzando la voz o emitiendo juicios personales sobre los demás.
- El líder inestable. Es aquel que no apoya activamente a su equipo ni dan un paso adelante cuando deberían hacerlo. Suelen tener a sus favoritos y presentan dificultades para trabajar con otros equipos. Además, tienen problemas personales y profesionales en cuanto a la relación con otras personas, suman quejas de sus empleados y suelen recibir advertencias por no alcanzar sus objetivos.
- El líder transaccional. Se limita a sacar el trabajo adelante, son buenos en lo que hacen y verifican continuamente que todas las tareas estén ejecutadas. Sin embargo, este tipo de líder es frío, no se preocupa por la vida de las personas fuera del trabajo y no intenta desarrollar las relaciones profesionales en sus equipos, por lo que sus empleados se sienten desprotegidos.
- El buen líder. Sabe qué expectativas se esperan de él, entiende que los errores ocurren y es consciente de que las personas tienen vida fuera del trabajo. Habla con sus compañeros sobre cualquier problema e incluso les ayuda a desarrollarse en sus carreras y a promocionar.
- El líder para todos. Es el mejor en términos de rentabilidad para la empresas porque ayudan al incremento de los resultados, establecen un fuerte sentimiento de colaboración dentro de los equipos y lideran desde atrás, permitiendo a las personas desarrollar su trabajo. Trata a todos de la mejor forma, independientemente del puesto que ocupen, y se preocupa por los comentarios y opiniones de otros sobre sus decisiones, por lo que cuentan con poca rotación entre los empleados que dirigen. Se identifican fácilmente porque están rodeados de personas inteligentes, comprometidas y que aman su trabajo.