La capacitación y el desarrollo de los profesionales es una de las mayores ventajas competitivas de las organizaciones en tiempos como los actuales donde se suceden olas y mareas cada vez más rápidas, feroces y constantes que obligan a las compañías a desplegar todos sus esfuerzos para conseguir superarlas.
Ahora bien, existe una serie de brechas importantes en el aprendizaje y desarrollo corporativo que frenan su potencial como factor estratégico y generador de compromiso, según pone de manifiesto un nuevo estudio de Crucial Learning y ackLabs (empresa perteneciente al Grupo Ackermann International), realizado a partir de una encuesta a más de 1.000 responsables de aprendizaje y empleados.
Brechas que lastran el potencial de la formación y el desarrollo
Lo que quieren los empleados vs. lo que ofrecen las compañías
En primer lugar, la investigación señala que existe una brecha entre lo que los empleados quieren en lo que respecta a su aprendizaje y desarrollo y lo que ofrecen las organizaciones. Y es que, si bien las empresas centran su oferta de aprendizaje y desarrollo principalmente en la formación profesional y técnica, el 85% de los empleados afirma querer aprendizaje y desarrollo de habilidades personales.
«Los empleados ya no solo buscan la mejora de sus habilidades profesionales, quieren desarrollo personal. Buscan y exigen un tipo de habilidades que les garanticen poder navegar con confianza su situación laboral, en vez de simplemente sobrevivir», indica Alejandro López, Socio Director de ackLabs.
Sin embargo, sólo el 56% de los empleados recibe esa formación que más valora. El estudio identifica que las habilidades más deseadas son las que están relacionadas con el liderazgo, la comunicación, la resolución de conflictos o el cambio de hábitos y comportamientos. Y si bien es cierto que el liderazgo y la comunicación forma parte de las habilidades ofrecidas habitualmente por las empresas, les siguen -en el catálogo corporativo – otras como la gestión de equipos, las habilidades técnicas o la capacitación en productos y servicios, que parecen estar lejos del interés de los profesionales.
Esta situación, según ackLabs, puede lastrar no solo la capacidad de atraer y fidelizar talento sino también la competitividad. «Nueve de cada diez empleados afirman que las oportunidades de formación y desarrollo son vitales para su satisfacción laboral y también relevantes a la hora de elegir un nuevo trabajo (un rotundo 93% dice que es más probable que se quede o acepte un trabajo que ofrezca experiencias de formación y desarrollo). Es por ello que las organizaciones necesitan cerrar esa brecha entre lo que su plantilla quiere y lo que le ofrece para garantizarse contar con una fuerza laboral más capacitada, satisfecha y comprometida, y una organización más competitiva y exitosa», explica López.
La falta de apoyo en el seno de la organización
La segunda brecha que identifica el estudio radica en el apoyo real que se brinda en el seno de la organización al aprendizaje y el desarrollo. Y en esta fotografía ni cultura ni managers salen del todo bien parados. Así, el 43% de los empleados afirma no sentirse apoyado para tomarse un tiempo dentro de sus responsabilidades laborales para aprender y desarrollarse; un 35% señala directamente al manager como el que no apoya ni fomenta su participación en acciones de formación y un 39% eleva esa falta de apoyo al conjunto de la empresa.
El nuevo conocimiento no es aplicado
La posibilidad de aplicar el nuevo conocimiento adquirido es el tercer área de mejora que señala el informe elaborado por Crucial Learning y ackLabs. En concreto, dos de cada tres personas afirman sentir que ni la cultura corporativa ni sus compañeros de equipo brindan esa posibilidad de poner en práctica y utilizar nuevas habilidades. Y es más, uno de cada cuatro señala abiertamente que los nuevos comportamientos no cuentan con el apoyo de la organización, y es por ello que prefiere quedarse con lo que ya sabe.
Claves para mejorar la eficacia de la formación y el desarrollo
Además de identificar las áreas de mejora, el informe de Crucial Learning y ackLabs brinda una serie de claves a los responsables de Formación y Desarrollo para conseguir mejorar la eficacia de la formación y el desarrollo profesional como palanca de productividad y rentabilidad.
1. Consiga el apoyo real por parte de los líderes
Lo primero que ha de plantearse es si el liderazgo de su organización realmente apoya los esfuerzos de los empleados por mejorar sus habilidades. «Si los empleados tienen miedo a dedicar tiempo y recursos a aprender, no importa qué cursos ofrezca», explica el Socio Director de ackLabs.
En este sentido, recomiendan establecer, comunicar y mostrar el compromiso real de la organización con el aprendizaje de los empleados. «Primero comience fomentando ese apoyo por parte del equipo ejecutivo; y segundo, transmita alto y claro a los empleados que realmente lo dice en serio. Ese respaldo de los máximos responsables de la organización a los programas de formación y desarrollo consiguen elevar el nivel desde el ‘permiso para formarse’ al ‘imprescindible formarse», señalan.
2. Brinde oportunidades de aprendizaje completas
«Se acabaron los días de brindar capacitación estrictamente técnica. Los empleados están hambrientos de formación y desarrollo que mejore todos los aspectos de sus vidas, no solo su faceta profesional», afirman los expertos de Crucial Learning y ackLabs.
Y añaden al respecto: «Pregúntese si las «hard skills» que ofrece su organización son absolutamente necesarias, si sus empleados encuentran valor en ellas o si por el contrario, puede crear una ventaja competitiva ofreciendo oportunidades de aprendizaje que proporcionen una superación personal íntegra, no sólo técnica».
3. Promueva las oportunidades disponibles
«Ya sea que hable con empleados actuales o con potenciales, debe asegurarse de que todos conozcan claramente las oportunidades de capacitación y desarrollo que ofrece su compañía porque una cultura de aprendizaje es una de sus mayores ventajas competitivas«, aconsejan.
4. No subestime el poder de aprender juntos
«Pocas cosas crean más vínculo de unidad en una organización que aprender juntos. Las oportunidades conjuntas de formación y desarrollo crean un lenguaje compartido que sustenta una cultura empresarial saludable. Y es mucho más probable que los nuevos hábitos se mantengan cuando un equipo aprende y trabaja junto», señalan los expertos.
5. No se preocupe tanto por el cómo
«Los empleados no muestran una predilección clara por el formato de aprendizaje. No dedique, por tanto, demasiado tiempo al ‘cómo’: sus empleados probablemente estarán contentos con cualquier método de aprendizaje siempre que proporcione valor. Encuentre cursos de calidad que se adapten a las necesidades personales y profesionales de sus empleados, y luego ya se ocupará de elegir el formato más adecuado para impartirlo».
Crucial Learning y ackLabs concluyen asegurando que las empresas que han apostado por la formación y el desarrollo de sus profesionales desde la pandemia han cosechado importantes beneficios: de los empleados encuestados que han tenido acceso a más oportunidades de aprendizaje y desarrollo desde 2020, el 52% dice que su compromiso con la organización ha aumentado; el 33% identifica mejoras en la cultura corporativa, y un 22% indica sentirse más conectado con su organización.
«Los empleados, y, por extensión, las organizaciones para las que trabajan necesitan ayuda para superar cada ola que se produce. La pregunta que cabe hacerse es: ¿lanza a su gente salvavidas con la esperanza de que puedan mantenerse a flote o realmente le está enseñando a surfear las olas?», reflexionan.
