Francisco García Cabello, fundador y CEO de Foro Recursos Humanos, entrevista a Rocío Rodríguez, directora de Talento de EY España. Conversan sobre tendencias en gestión de personas dentro de las empresas, y captación de nuevos empleados, sobre todo tras la gran conmoción del covid y viviendo en este contexto tan cambiante y complejo. Según Rocío Rodríguez, «en EY, cada vez desarrollamos talentos más especializados, somos una firma que está creciendo, desde líneas de consultoría y transacción, hemos de ser capaces de atraer talento más diverso y desarrollarlo».
¿Qué tipo de talento es más productivo?
Todos los que nos dedicamos a Recursos Humanos tenemos un punto en común: se habla mucho de competencias digitales, de perfiles disruptores. Sin embargo, el conocimiento se puede aprender poco a poco, trabajando, en la universidad. De modo que, al final, queremos gente comprometida, gente humilde, con capacidad de trabajo, que quiera hacer equipo y venga a las empresas a aportar. Esa es la base de un buen profesional, y hay cosas que no cambian. Aunque en RRHH nos encanta cambiar y poner nombres, pero realmente lo que queremos es el mismo talento de siempre: gente comprometida, con ganas de aprender y de aportar
¿Cuál es la relación entre talento y formación?
Cuando hacemos procesos de selección, la mayoría de empresas se basa en competencias, que es lo que más se valora hoy en día: qué actitudes o cualidades tiene la gente y el encaje cultural que pueda tener un candidato. Todo el conocimiento se puede adquirir con el paso del tiempo, de ahí que los departamentos de formación hayan cobrado una relevancia importante en los últimos tiempos. Se está innovando en diferentes tecnologías y herramientas, y debemos ser capaces de dotar de todas esas herramientas a nuestros empleados, si queremos que den lo mejor de sí.
¿Existe diferencia de talento por sectores?
No tienen nada que ver. Los aspectos relativos a formación son diferentes por sectores, pero por competencias son también hay diferencias notables. Hablamos de modelos de negocio diferentes; cada sector y tipo de empresa tiene su perfil ideal.
¿Cuál es la responsabilidad del líder, qué debe hacer para retener y desarrollar talento, ante una gestión del cambio y un contexto como el actual?
Hemos cambiado todos, estos dos años de pademia nos ha dado a todos por pensar, por reflexionar y poner en valor lo que para cada uno de nosotros es importante. Y anteponemos muchísimas cosas a nuestra vida profesional, cuando hace unos años lo profesional era lo que pilotaba nuestra vida. Todos los CEO y compañías hemos tenido que reflexionar. Es verdad que hay cosas que son muy importantes. Y hemos de ser capaces de ser flexibles y adaptarnos a cada persona que trabaja en cada compañía, si queremos que sean felices el tiempo que están con nosotros. Yo no hablo de retención, no hablo de que se queden; digo que la gente tiene que ser feliz el tiempo que está trabajando en una compañía. Y el día que dejan de ser felices, porque les ha dejado de compensar, porque les ha dejado de interesar… para mí el concepto de retención está obsoleto. Hay que hacer una gestión muy individualizada de cada uno de los empleados, cosa que antes no era necesaria.
¿Cuáles son hoy los retos de la gestión del talento?
Tenemos que pedir a día de hoy paciencia; es el mayor consejo que todos, empezando por mí misma, nos deberíamos aplicar. Hemos corrido mucho estos dos años. La gestión del cambio ha tenido que ser brutal para adaptarnos a nuevas formas de trabajo, a nuevos perfiles, a nuevos candidatos, a nuevas formas de hacer las cosas. Ahora tenemos que pararnos, pensar, reflexionar y decidir qué cosas han venido para quedarse, y cuáles no nos han sido útiles y no tenemos por qué seguir manteniéndolas. Por tanto, paciencia y reflexión para tomar decisiones a partir de ahora con sentido común.