Después de varios meses trabajando separados, los trabajadores señalan que les gustaría volver a la oficina para poder estar con otras personas, socializar y colaborar de una forma que no es posible con el trabajo en remoto.
Más de tres millones de españoles han trabajado desde sus hogares durante este confinamiento. Es un dato que revela la última encuesta de población activa (EPA) del mes de julio, demostrando la magnitud de un fenómeno sin parangón en España, precipitado por la crisis sanitaria.
Ante la emergencia las empresas se adaptaron al modelo de trabajo en remoto de forma improvisada.
Volver a la oficina ha sido una constante en la vuelta a la nueva normalidad. La desescalada ha traído consigo la vuelta a los espacios de trabajo de forma ordenada y paulatina.
En este contexto, y con un número cada vez mayor de empresas planificando el retorno de sus trabajadores a la vuelta del veranos, algunos se preguntan: «Si es teletrabajo funciona, ¿por qué volver a la oficina?»
El confinamiento ha desvelado la importancia de los espacios de trabajo que ofrecen las oficinas y su papel esencial como punto de encuentro de las organizaciones.
Según la encuesta realizada por Gensler Research Institute en EEUU y recogida por Steelcase, alrededor de un 90% de los trabajadores quieren volver a la oficina. Por tanto ¿A qué se debe este punto de inflexión?
El trabajo remoto ha demostrado su utilidad durante el confinamiento y es una herramienta a tener en cuenta en la ansiada flexibilización y conciliación del trabajo en España.
Sin embargo la actividad laboral desde casa también ha demostrado muchas carencias cuando se produce para todos y durante un tiempo prolongado.
Carencias que repercuten en el bienestar de los equipo y en la productividad de las organizaciones.
Steelcase, referente en la consultoría de espacios, lleva meses investigando qué repercusiones tiene el teletrabajo generalizado con el objetivo de ofrecer las claves al volver a la oficina en la nueva normalidad y su papel en el futuro.
Alejandro Pociña, presidente de Steelcase Iberia ha señalado que «las empresas tienen que tomar conciencia de que sus oficinas representan un activo esencial para su productividad. Son el corazón de toda organización«.
«Juntos somos mejores, reunirse en el espacio de trabajo para socializar y colaborar será el principal objetivo de la oficina«. «Ahora nos esforzamos para alcanzar el equilibrio entre la necesidad de contar con espacios atractivos y la necesidad de seguridad» ha añadido Pociña.
Las relaciones sociales generan confianza y lazos sólidos.
La oficina es punto clave para la socialización de las personas y tiene muchos beneficios para las empresas: el sentimiento de pertenencia al grupo aumenta el bienestar y el compromiso de los trabajadores.
A corto plazo el trabajo desde casa puede ser suficiente para la continuidad de la actividad, pero a la larga como apunta Steelcase las organizaciones tienen muy complicada la su supervivencia sin estos factores.
Debemos volver a la oficina de manera ordenada y extremando las medidas de protección y seguridad.
Lo más importante en este sentido es la flexibilidad y la racionalización de los espacios en función de la actividad. Hay tareas más mecánicas que pueden ser desempeñadas desde casa sin problema y otras más creativas que requieren de la presencia física.
En esta nueva normalidad debemos adaptarnos y aprende de un modelo mucho más flexible.
Juntos somos mejores: el futuro de los espacios de trabajo
Las organizaciones líderes valoran las oficinas como una herramienta crítica para seguir siendo competitivas.
Son la palanca que fomenta la innovación propulsando el crecimiento que sólo podemos lograr cuando las personas trabajan juntas de manera efectiva, para hacer el trabajo más creativo, cara a cara.
Los trabajadores deben tener la certeza de que es seguro volver y estar motivados para regresar a un entorno atractivo que garantice su bienestar físico, cognitivo y emocional, un lugar donde deseen estar y no donde se sientan obligados a estar.
Volver a la oficina debe ser una realidad que satisfaga la necesidad humana de relacionarse generando un sentido de propósito compartido y de comunidad.
En definitiva un lugar en el que disfrutemos trabajando, porque juntos somos mejores.