El deporte profesional se ha convertido en uno de los ámbitos de referencia a nivel global por muchos aspectos, pero especialmente gracias a una serie de valores que conllevan compromiso, responsabilidad, esfuerzo, humildad y trabajo en equipo. De hecho, es sorprendente la gran cantidad de similitudes que podemos encontrar entre el deporte y el mundo empresarial, ya que el éxito en ambos sectores implica asimilar prácticamente los mismos valores y saber aplicarlos con éxito a unos objetivos concretos.
«Player»by Arentas (CC BY-SA 2.0)
Eso sí, debemos destacar que para ello es imprescindible entender el deporte y cualquier tipo de cultura empresarial como herramientas para seguir mejorando. De esta manera, el resultado final no implica el éxito o el fracaso, sino que se trata de un proceso de aprendizaje constante donde el factor imprescindible es el trabajo duro y la clave es la pasión que ponemos en ello. Así, existe un paralelismo claro entre los principales deportistas de nuestro país y las grandes compañías e incluso emprendedores, donde la actitud frente a los objetivos que se quieren conseguir depende de uno mismo.
La superación personal, otro aspecto fundamental
No podemos pasar por alto la superación personal como otro de los aspectos fundamentales en esta estrecha relación entre los valores deportivos y empresariales. Así, cuando Rafa Nadal ha logrado la hazaña de conquistar dieciocho trofeos de Grand Slam haciendo historia a nivel mundial y convirtiéndose en el deportista español más grande de todos los tiempos, demuestra que el esfuerzo siempre tiene una recompensa.
Un claro ejemplo de todo ello ha sido la gran cantidad de lesiones que ha tenido que superar el tenista mallorquín a lo largo de los últimos años (pie izquierdo, codo derecho, ambas rodillas, etc.), algo que no le ha impedido mantenerse entre los máximos referentes del tenis internacional en todo momento. De hecho, aún con todo esto, es uno de los grandes favoritos según Betfair para hacerse con un nuevo trofeo esta temporada, especialmente en un Open de Estados Unidos que comienza a disputarse a finales de agosto y que ya ha conquistado en tres ocasiones (2010, 2013 y 2017).
Este mismo espíritu es un activo imprescindible para cualquier organización, ya que gracias a no rendirse y a seguir peleando por lo que uno cree se han logrado algunos de los avances empresariales más impresionantes. Un ejemplo más que claro es Steve Jobs que aún después de haber sido despedido de su propia empresa regresó, más fuerte que antes, para seguir trabajando en lo que era su pasión; o la misma J.K. Rowling, que hoy es dueña de una de las franquicias más exitosas del mundo, tuvo que superar el rechazo de más de 12 editoriales, antes de lograr el éxito total con Harry Potter.
De hecho, no es casualidad que hoy en día el deporte cuente con los mejores profesionales en activo, a la vez que el sector empresarial vive un momento de grandes éxitos gracias a compañías que han conseguido incluso transformar por completo nuestras vidas. Un ejemplo de cómo todo esto se fusiona se puede ver también en el caso del tenista balear y la Rafa Nadal Academy, que pretende convertirse en una referencia internacional en la formación de tenistas de alta competición.
El liderazgo en el deporte, un espejo para las empresas
Por último, debemos destacar que en el mundo actual, caracterizado principalmente porque todo es efímero y pasa a una velocidad vertiginosa, cualquier compañía que desee ser referencia en su sector debe estar preparada para adaptarse a los cambios de una forma proactiva, al igual que lo hacen los deportistas de élite. De esta forma, debe apostar por un liderazgo colaborativo donde escuchar mucho y rodarse del mayor talento posible se convierten en dos características fundamentales.