Después de la segunda reunión que han mantenido, por un lado, Indra, y por otro, los sindicatos, los últimos han exigido la presentación del primero de las pruebas que demuestran la necesidad de hacer un ERE, por contra de la empresa que lo que ofrece es una indemnización de 25 días por año trabajado.
El pasado 7 de julio, Indra anunciaba un ERE que afectaría a 1850 trabajadores. Esta decisión se encuentra dentro de su Plan Estratégico de los próximos tres años, cuyo objetivo es la reducción de costes, previsiblemente hasta los 200 millones de euros.
Como respuesta a la no aceptación del sindicato, la empresa ofrece diferentes vías de indemnización que dependerán de la edad de los trabajadores y el grado de facilidad o dificultad que tengan para volver a insertarse en el mercado del trabajo.
Por ejemplo, aquellos empleados con más de 59 años, podrán acogerse a una renta temporal hasta que cumplan los 63 años, que consistirá en el 70% del sueldo que hubieran percibido esos trabajadores en el último año. Pero aquellos, que tengan cumplidos ya los 63, solo tendrán una indemnización de 20 días por año trabajado, con un límite de 12 mensualidades.
Para el resto de trabajadores, la indemnización consistirá en 25 días por año trabajado con el límite de 14 mensualidades.
Sin embargo, UGT no está negociando las condiciones de la indemnización sino que exige a la empresa que presente las pruebas que llevan a la empresa a presentar un ERE. El sindicato manifiesta que la empresa no tienen necesidad de presentar un ERE cuando no está afectada por los costes laborales y tiene un alto nivel de subcontratación.
Fuente: efeempresas.com