Si algo han aprendido las empresas en lo que llevamos de siglo es que, para sobrevivir, es necesario adaptarse a un entorno cambiante en el que a todo es impredecible. Como los camaleones, las empresas deben mimetizarse con su entorno y ser rápidas para dar respuesta a las necesidades de unos clientes cada vez más globales y, al mismo tiempo, con un enfoque más local, siendo las metodologías de transformación agile una excelente oportunidad
Y todo ello, en un entorno de incertidumbre y velocidad que obliga a estar cuestionándose constantemente productos, procedimientos y estructuras.
La buena noticia en nuestro país, con más de un 85% de pymes, es que estás pueden gestionar el cambio con bastante facilidad ya que tienen estructuras menos complejas que facilitan que se detecte mejor el potencial del talento.
Pero cuanto más grande y compleja es la empresa, es más difícil transformar sistemas y procesos.
En ocasiones, un departamento inicia el cambio hacia un modelo agile, pero la inercia del resto de la organización, le obliga a darse por vencido y regresar a la antigua estructura.
Y es aquí donde entra en juego el papel del departamento de RRHH.
En las grandes empresas, RRHH incide en toda la organización porque controla los programas de desarrollo, liderazgo, gestión del cambio, compromiso, atracción y retención de talento, motivación, retribución, etc. ¿Y cuál es por tanto su papel?
Foro Recursos Humanos ha tenido la oportunidad de entrevistar a la fundadora de la red Agile People, Pía María Thóren, quién afirma que RRHH tiene el poder de decidir sobre cómo gestionar las estructuras, los procedimientos y los sistemas, y adaptarse a un entorno cambiante
“Si sigue aferrándose a la forma tradicional de diseñar cómo se trabaja, la empresa no tendrá oportunidad de cambiar. Si, por el contrario, proporciona estructuras y sistemas que ayuden a la mejora del desempeño, generen innovación y creatividad y se centren en el valor para el cliente, contribuirán definitivamente al cambio”.
Thóren, que participará como experta en el Festival Agile Trends, un evento online y gratuito que tendrá lugar los días 25 a 28 de enero, señala que, la clave de éxito en un proceso de transformación agile, es que el líder de la organización y el departamento de RRHH quieran lideran el cambio y sean conscientes de que será un proceso largo y complicado.
“Tienen que empezar por definir una dirección común, implantar una cultura de mejora continua, eliminar las estructuras limitantes y crear unas nuevas basadas en el trabajo colaborativo y que asuman en el fracaso como parte del aprendizaje”, señala Thóren.
¿Y cuál debe ser el papel de RRHH en esta transformación?
La experta en transformación agile lo tiene claro.
“Debe asumir el rol de coach. Esto significa entender la organización como un sistema social. Reconocer que las personas y sus relaciones son la pieza clave y que, si su motivación es lo suficientemente alta, encontrarán formas eficientes para innovar y aportar valor.”
De esta forma, en el escenario VUCA, el líder de RRHH se convierte en un coach con el objetivo de crear las condiciones adecuadas para que las personas, los equipos y toda la organización, crezcan, se desarrollen y cambien según sea necesario para sobrevivir.
“Deben ser perfiles multidisciplinares capaces de impactar en las áreas de personas, producto y tecnología y proceso. Deben convertirse en facilitadores e impulsores del cambio y enfocar todos los sistemas propios del departamento, hacia la transformación que quieren llevar a cabo”.
El hecho es que las organizaciones que no logran gestionar de una manera rápida el cambio, se debilitan lentamente y mueren; mientras que las organizaciones que desarrollan una transformación agile, que logran transformar su cultura, su estructura y su enfoque, adaptándose a las necesidades de una economía más colaborativa, participativa y en constante cambio, tendrán más oportunidades de sobrevivir.
Asistir al Festival Agile Trends es una oportunidad de oro para aprender mucho más sobre este modelo de organización en el que, lo queramos ver o no, puede estar el futuro de la supervivencia de nuestra empresa.
