En nuestras vidas todos utilizamos teléfonos inteligentes, smarts tv inteligentes, neveras inteligentes y gestionamos la electricidad de manera inteligente, por eso el smart working o trabajo inteligente es utilizado por muchas organizaciones para lograr la eficiencia laboral.
La pandemia del coronavirus y el confinamiento nos llevó hace unos meses a transformar nuestros puestos de trabajo: muchos comedores se han convertido en oficinas, los salones en improvisados gimnasios y nuestras cocinas en nuestro restaurante favorito.
Hemos trabajado en remoto en nuestras casas con metodologías para rendir al 200% y la inteligencia se ha adueñado de las máquinas.
El smart working une el teletrabajo y las nuevas tecnologías ofreciendo a los trabajadores todas las herramientas posibles para lograr la máxima eficiencia.
Es la realidad que se ha adueñado en la mayoría de las pequeñas, medianas y grandes empresas durante la cuarentena y el confinamiento de los últimos meses.
La mayoría de metodologías smart working parten del teletrabajo, gracias a los avances tecnológicos: trabajar a distancia reduce los costes de desplazamiento, tiempo y recursos.
Para poder desarrollarlo el smart working busca las herramientas necesarias para que los empleados puedan acceder a ellas, tales como chats internos, portal para el trabajador, herramientas de video conferencia…
Trabajar con este formato nos permite una mayor libertad y flexibilidad de horarios, pudiendo los empleados organizar sus necesidades y capacidades.
Un aspecto que ha repercutido en estos meses de forma positiva en el rendimiento del trabajador, así como en la conciliación laboral, personal y familiar.
Autoorganizarnos el tiempo conduce a tener mayores capacidades, ideas y disciplinas por hacer. Siendo muy importante la confianza del empresario respecto a sus empleados.
Establecer una buena estrategia de smart working conduce hacia una disminución de los gastos, evitando dietas de desplazamientos, alquileres y otros costes añadidos.
Una modalidad de trabajo enfocada en la tecnología por lo que los trabajadores deben tener acceso a las mejores herramientas tecnológicas que les faciliten los recursos para llevar al máximo sus capacidades.
Con el smart working cada trabajador debe tener acceso a toda la información necesaria para poder ejercer sus tareas.
No nos cansamos de insistir en que para desarrollar el trabajo de forma eficiente es importante la confianza. Como le gusta señalar a nuestro fundador y CEO, Francisco García Cabello, «la confianza lo es todo»
Y si la confianza es fundamental, la comunicación fluida entre los trabajadores que desarrollan smart working debe ser fundamental, para estar todos conectados y dirigir todas sus estrategias en pos de la cultura de la organización.
Fomentar el smart working en definitiva beneficiará a tu organización reduciendo costes, eliminará muchos desplazamientos que repercuten en la sostenibilidad, y claro su implementación fomenta el talento.
Encontrar talento lejos de las oficinas centrales no será un impedimento para contratar personas más valiosas para nuestra organización.
CMO Foro Recursos Humanos de AZC Global