Observo que la mentalidad positiva de los tiempos que corre va aumentando. Quiero pensar que eso es una actitud más que una «obligación» de salir al «aire libre» más o menos contaminado de todos los días.
Constantemente hay que pensar en positivo. Lo contrario, ser más bien pesimista cuesta en ocasiones más trabajo y creo que no vende. Y todo ello en el día a día de nuestro entorno lo tienen que «fabricar» las personas. Las personas somos el canal y los instrumentos para la consecución de todos nuestros objetivos sean del «color que sean». Casi todo depende de nosotros y nuestras acciones. Se entiende que tomando decisiones en equipo y con objetivos claros. Lo que parece obvio es que estos tiempos que vienen serán «de las personas». Sus iniciativas, sus consensos, su tolerancia, su exigencia y sus resultados nos llevarán a una senda acertada.
Las máquinas y la tecnología son ya elementos claves del presente junto a una tecnología avanzada que nos ayuda a desarrollarnos. Pero las máquinas «si es que piensan» lo hacen de otra forma.
El momento que vivimos es un momento para que las personas nos dejemos la piel en todos nuestros coherentes objetivos que en muchas ocasiones son otras personas. Equipo, empleados, clientes, contenidos, productos, resultados, etc. Y tenemos que construir con personas alegres. Los tristes necesitan el triple de tiempo para conseguir objetivos. Las personas siempre serán protagonista de la «gran historia de cada día». Y esa historia la hacemos nosotros.
Esta reflexión mira más hacia el entorno empresarial y humano que político. Por eso debo ser más optimista «con los pies en el suelo”.
Francisco García Cabello
Fundador y Director del Foro de los Recursos Humanos