No es ni mucho menos utópico pensar que la individualización de los recursos humanos es el futuro. Ya está ocurriendo en muchas empresas y sectores.
Lo de cada uno es lo más importante. El conocimiento, el interés, el compriomiso, la necesidad de formación y experiencias nuevas, la comunicación… Son solo algunos ejemplos de aspectos claves en programas personalizados de recursos humanos en nuestras empresas.
Hace unos días cerramos nuestra actividad previa al verano en un acto patrocinado por la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR), donde analizamos los nuevos entornos de trabajo y la empleabilidad con presencia de destacadas empresas de nuestro país.
Gran encuentro y grandes temas de fondo siempre en un entorno original y creativo por parte de los asistentes.
Una de las claves que se comentaron es que el gran patrimonio de las empresas son sus personas, y que cada persona aporta lo que sabe o aprende desde una visión de compromiso total con la organización.
Un compromiso que se incrementa en la medida que las oportunidades son trabajadas por ambos, empleado y empresa en plena sintonía.
Cada vez se habla más de educación en el ámbito de los recursos humanos. Cada vez importan más las actitudes. Y esas actitudes no se aprenden, en muchas ocasiones, en la universidad y en la empresas, casi siempre provienen, para bien o para mal, del ámbito familiar.
Todo esto mezclado con una necesidad de flexibilidad y rapidez en la gestión que probará la capacidad de cada uno y la forma de resolver problemas y situaciones difíciles.
Cada vez más, es cuestión de ser más artesano en las áreas de recursos humanos para combinar todo esto y encontrar el camino más productivo.
Y todo con la capacidad de comunicar que deben tener los empleados y jefes de hoy. Una comunicación muy cercana y diferente, ya que las formas de obedecer y mandar ya no son las mismas.
Seguiremos.
Fundador y Director de Foro Recursos Humanos, de AZC GLOBAL