El salario emocional es un concepto que está revolucionando los departamentos de Recursos Humanos y de Compensación y Beneficios.
No se trata de una moda; ni tampoco de algo intangible. Se refiere a todas aquellas retribuciones no económicas que el trabajador puede obtener de la empresa y cuyo objetivo es incentivarle de forma positiva.
El contexto actual, marcado por las secuelas de la pandemia y una inflación disparada por la guerra en Ucrania, dificulta enormemente la gestión de los departamentos de Recursos Humanos, que afrontan cada vez más dificultades para atraer y retener trabajadores.
El fenómeno bautizado como “La Gran Renuncia” por el psicólogo organizacional Dr. Anthony Klotz supone una fuga de talento sin precedentes con terribles consecuencias para las empresas que pierden sus mayores activos. Las razones son muchas. Según un informe sobre las motivaciones para cambiar de empleo, realizado por Infojobs, la principal es el salario (79%), seguida muy de cerca por un mejor horario (55%) o el balance entre la vida laboral y personal (54%). También hay muchos empleados que, después de haber trabajado durante meses desde sus casas, ya no quieren acudir a la oficina. Sienten que gozan de una mejor calidad de vida teletrabajando, organizan mejor su tiempo, se sienten más productivos, más libres, concilian mejor y han logrado el estilo de vida con el que siempre han soñado.
Si añadimos a este cóctel la imposibilidad de la mayoría de las empresas de revisar los salarios al ritmo que avanza la inflación, cada vez más compañías estudian nuevas fórmulas para añadir «valor» a la compensación económica. Las empresas se ven obligadas a apostar por propuestas alternativas al salario convencional para generar engagement entre sus colaboradores.
Además, gracias a plataformas como Glassdoor y salary.com, los profesionales ahora cuentan con más transparencia que nunca a la hora de elegir a su futuro empleador. Mejorar el employer branding se ha convertido en uno de los retos más importantes para las empresas.
Como consecuencia, hemos visto cómo en los últimos meses el concepto de salario emocional ha tomado protagonismo en el escenario laboral español, al presentarse como la mejor alternativa para elevar el salario neto que percibe el trabajador. Cada vez es más habitual que este tipo de medidas salariales sean percibidas como más valiosas que una propuesta meramente monetaria, e inciden directamente en el rendimiento de los beneficiarios, mejorando la productividad de la organización.
El salario emocional juega un rol muy importante en estas tendencias que impulsan el cambio de trabajo, ya que satisface las necesidades del empleado a un nuevo nivel, pudiendo llegar a ser clave para el desempeño de los trabajadores y el nivel de producción de la empresa, así como su branding.
Implementar medidas de salario emocional es la estrategia sobre la que se sustenta Employer Branding 2023. Es particularmente relevante para todas aquellas empresas que deseen reducir la rotación y el absentismo y mejorar el ambiente laboral. Sin embargo, queda todavía un largo camino para generalizar estas soluciones. En la actualidad, solo un 34,1% de empleados cuenta con algún beneficio en su paquete de compensación y un 12,5% desconoce la modalidad de compensación que le ofrece su empresa.
Algunos de los beneficios más implementados en España son los beneficios sociales, la retribución flexible, el seguro médico, el trabajo remoto flexible, la formación y desarrollo profesional, programas de bienestar y de incentivos, con acceso a recursos tales como gimnasios o poniendo a disposición de sus empleados abonos a plataformas como Netflix o Disney+, entre otros
Vivimos un momento con diversidad generacional, donde conviven cuatro generaciones distintas. Por lo tanto, las medidas de salario emocional que implementan las empresas que buscan atraer, fidelizar y motivar el talento tienen que adaptarse a esta realidad, con el fin de satisfacer el conjunto de necesidades de la plantilla, en sus diferentes niveles. No se trata del consabido ‘café para todos’, ya que siguiendo el modelo de la retribución flexible, la solución que se ofrece a cada empleado debe ser lo más personalizada posible. Es obvio que las expectativas del talento joven no son las mismas que las del talento señor.
Las ventajas de implementar medidas de salario emocional en el paquete retributivo de los trabajadores son muchas. “Cuida de tus empleados y cuidarán de tus clientes”.Está demostrado que fomentar la felicidad de los empleados mejora la productividad de las empresas; y eso se traduce en clientes más satisfechos.
Al implementar el salario emocional, las empresas cuidan del bienestar psicológico del talento, reducen sus niveles de estrés y mejoran su engagement y su motivación, logrando al mismo tiempo una reducción de la rotación y el absentismo.
Además, mejoran la captación de talento, al ofrecer un paquete de compensación personalizado y atractivo, y eso sin aumentar el presupuesto, tay y como señala Manuel Muñoz, director de Ventas de Up Spain: “No se trata de pagar más, se trata de pagar mejor”.
Autor: Sebastián Kulik – Brand Manager en Up Spain