Radstad Research hace hincapié en la resiliencia de las empresas de alimentación frente la COVID-19. Apenas una de cada cuatro empresas ha tenido que recurrir a un ERTE para mantener su producción, de hecho un 9% ha tenido que ampliar su plantilla, para afrontar el pico de actividad.
No obstante, según el análisis de datos proporcionado por el INE, el sector de alimentación se encuentra lejos de su máximo de contratación, puesto que en el tercer trimestre de 2019 se registraron 479.000 personas frente a las 456.900 contratadas este año 2020.
«Nos encontramos ante uno de los sectores con mayor resiliencia de nuestra economía y que, gracias a su esencialidad, ha podido mantener e incluso aumentar la producción durante los meses de confinamiento total de población…», asegura Valentín Bote, director de Randstad Research.
Según un estudio realizado por Randstad, las empresas de alimentación han soportado mejor que otras, los efectos de la pandemia. Concretamente, el 36% de las empresas pudo mantener el 100% de su actividad durante la crisis y hasta el 32%, mantuvo su volumen de negocio.
Con el objetivo de hacer frente a la urgencia sanitaria, un 8% del sector de alimentación paralizó temporalmente su actividad empresarial, frente al 9% que hizo percibió a un aumento de la producción.
Según el Índice de Cifras de Negocios de la industria del Ine, es destacable cómo la industria de la alimentación cayó un 15,2% en mayo de 2020, con respecto al mismo mes del año anterior.
Desafortunadamente, la pandemia podría provocar una caída entre el 3,8% y el 8% de la producción alimenticia.
A diferencia de lo que ocurre en otros sectores, los empresarios del sector de alimentación, preven una rápida recuperación.
El 62% de los directivos de las empresas de alimentación muestran preocupación por la situación de incertidumbre económica que sufre el país, desde que llegó la COVID-19.
Los principales retos organizativos, durante la crisis económica, fueron:
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Las gestiones de Recursos Humanos
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La inversión en seguridad
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Protección de la salud de los empleados
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La aplicación de los ERTES