Ad&Law explica que todas las empresas tecnológicas se denominan genéricamente startups tras su fundación, ya que se entiende que no superan los 10 empleados y tienen un alto potencial de crecimiento. Cuando estas empresas crecen anualmente en número de empleados, tienen una facturación superior al 20% anual durante tres años consecutivos o logran más de 1 millón de dólares de financiación pasamos a hablar de una scaleup.
Sin embargo, en muchas ocasiones las startups españolas no son capaces de convertirse en scaleups. Los principales motivos por los que no lo logran, según Ad&Law, son los siguientes:
- Encontrar empleados que tengan las habilidades requeridas. Las empresas tecnológicas suelen necesitar una especialización muy sectorial por lo que puede ser difícil encontrar un gran número de profesionales especializados en ello.
- Reforzar su capacidad de liderazgo. Para ello las empresas necesitan acceso a coaching o mentoring especializado, lo que suele ser difícil por tener unos recursos muy limitados.
- Acceder a clientes en otros segmentos de mercado o en otros mercados internacionales. Complicado también por la poca apertura a la competencia de determinados mercados y por la gran complejidad de normas y de organismos reguladores.
- Acceder a la correcta combinación de financiación. Nuestros mercados financieros alternativos aún no están suficientemente desarrollados y el capital riesgo aún no está suficientemente especializado en scaleups, ya que considera que la inversión en las mismas conlleva mucho riesgo.
- Acceso a las infraestructuras científico-técnicas del país. Las empresas suelen tener dificultades para acceder a ellas de manera habitual debido a su coste.
Si las instituciones españolas lograr acabar con estas limitaciones desarrollo de las scaleups crecerá en nuestro país. Desde Ad&Law afirman que “dicho salto cualitativo es uno de los principales retos que tiene España de cara a los próximos años para evitar que se desperdicie el importante paso dado en cuanto a las startups”.