El 1 de septiembre comienza la cuarta edición de un programa educativo que forma en la universidad a personas con discapacidad intelectual para abrirles las puertas al mercado laboral.
Casi 30 alumnos con discapacidad intelectual comenzarán su formación integral en las aulas de la Universidad Pontificia Comillas ICAI-ICADE en los programas EducaDEMOS y TecnoDEMOS. El objetivo es facilitar a estos jóvenes su integración en el mundo laboral, ya que se les dota de múltiples habilidades que les capacitan para desempeñar puestos relacionados con la tecnología, la administración o la educación. Por un lado, TecnoDEMOS está orientado a obtener capacidades relacionadas con entornos tecnológicos, y EducaDEMOS se encuentra más enfocado a la preparación para empleos en entornos educativos, así como servicios administrativos, biblioteca y conserjería.
“El número de alumnos va en aumento cada año”, asegura Noemí García Sanjuán, coordinadora de la Cátedra de Familia y Discapacidad: Telefónica-Fundación Repsol-Down Madrid de la Universidad Pontificia Comillas ICAI-ICADE. Añade que el valor del programa es que los alumnos se integran en el campus y hacen uso de las instalaciones y servicios igual que cualquier otro estudiante de grado.
Por su parte, Ana Berástegui, Directora de Cátedra de Familia y Discapacidad: Telefónica-Fundación Repsol-Down Madrid de la universidad afirma que “se forma a estos alumnos con los futuros líderes, que habrán convivido con personas con discapacidad, lo que les permitirá decir ‘yo he estado con ellos y sé lo que pueden hacer’, lo cual facilitará la empleabilidad de las personas con discapacidad y asegura que los alumnos de enlace sean mejores trabajadores”. De hecho, el 60% de los estudiantes salen con recomendación de empleo con apoyo.
Para Jorge González, responsable del programa Stela de empleo de Down Madrid, asociación que da apoyo a la Cátedra de Familia y Discapacidad de Comillas, “cada vez hay una mayor sensibilización y más empresas que ofrecen oportunidades a personas con discapacidad intelectual, porque son trabajadores que lo pueden hacer muy bien y aportan muchos pluses a las empresas”, aseguran desde la cátedra, desde donde se califica a estos trabajadores como “gente dinámica, cooperativa, buenos empleados y extra responsables que introducen elementos no competitivos y un clima relacional enriquecido”.